“Variabilidad” y “flexibilidad” son dos palabras habituales en el vocabulario de Joachim Löw, el seleccionador del equipo de Alemania que se medirá a Argelia en octavos de final del Mundial-2014, un maestro de la táctica en búsqueda permanente.
El técnico, de 54 años, sigue la estela de su amigo y predecesor Jürgen Klinsmann, del que fue segundo (2004-2006), abogando por un juego ofensivo y técnico alejado de la clásica imagen del fútbol germano descarnadamente realista.
En ese binomio, el campeón del mundo de 1990 era el motivador carismático, el que aportó un soplo de aire fresco a la Nationalmannschaft con sus métodos científicos “a la americana”, mientras que el segundo, más discreto, ya era el cerebro táctico.
Aunque en la víspera de los partidos, el técnico alemán no suele estar muy suelto en rueda de prensa, la cosa cambia a la hora de analizar encuentros y tácticas, cuando se muestra muy locuaz.
En todo caso, rechaza encasillarse en esquemas cerrados. “Hay muy pocos equipos que juegan con tanta variedad táctica como Chile”, dijo recientemente, como elogio hacia el equipo que llevó a Brasil hasta la tanda de penales el sábado en octavos del Mundial.
El golpe a Portugal
Su tendencia por el ataque se une a una disciplina que acabó con Portugal (4-0), con un 4-1-4-1 en defensa, que pasaba a un clásico 4-3-3 a la hora de atacar.
Una muestra de su gusto por la variedad es que este adepto del juego ofensivo decidió poner de laterales a jugadores que juegan de centrales en sus clubes, Jerome Boateng y Benedikt Höwedes. Una forma de mostrarse firme atrás, pero que implica y explica su aporte casi nulo en el juego de ataque.
Más que recurrir a un delantero puro, un Miroslav Klose (36 años) o los no seleccionados Mario Gomez y un Kevin Volland, colocó un “falso 9” con Thomas Müller, uno de los mejores goleadores del torneo con cuatro tantos.
“Es un jugador poco ortodoxo, yo mismo como entrenador a veces no tengo muy claro sus desplazamientos”, lo que lo "hace muy difícil de marcar” por los rivales, dijo el seleccionador alemán.
En la Eurocopa de 2008, pasó de un 4-4-2 con la pareja Klose-Gomez en la primera vuelta a un 4-2-4-1 después sacando a Gomez del once. En 2010, llevó a Sudáfrica al equipo alemán más joven desde 1934, pero en 2014 recurre a jugadores con experiencia.
El trauma italiano
“Jogi” asume también la influencia de Pep Guardiola. Imitó así al entrenador del Bayern de Munich reposicionando a su capitán Philipp Lahm, habitualmente lateral, junto a sus dos compañeros de club, Toni Kroos y Bastian Schweinsteiger (titulares contra Estados Unidos).
“No tenemos muchas diferencias en nuestras filosofías”, había reconocido al inicio del Mundial su segundo, Hansi Flick, añadiendo que “aprovechamos el hecho de que el Bayern se entrena así habitualmente. Estamos cerca de su filosofía, pero la mezclamos con la idea de llegar más rápido al gol”.
El equipo técnico alemán ha tomado nota de los límites de un sistema al estilo del Barcelona, y suele colocar en las bandas a jugadores capaces de marcar diferencias en pequeños espacios más que los que buscan la profundidad. De ahí que suelan ser titulares Mario Götze y Mesut Özil en detrimento de Lukas Podolski y André Schürrle.
Löw también trabaja en la variación táctica para evitar tener que revivir el trauma de 2012, cuando su equipo se vio sorprendido por Italia en semifinales de la Eurocopa (2-1).
El técnico alemán rozaba de nuevo la consagración sin alcanzarla tras la final de la Eurocopa-2008 y el tercer puesto en el Mundial de 2010. Aunque su balance es muy honorable con 73 victorias en 108 partidos (y sólo 15 derrotas), y una media de 2,5 goles por partido, los aficionados alemanes quisieran ver a su equipo variar la posición en el podio.
Alemania es el claro favorito
Alemania, una de las grandes favoritas y que busca su cuarto título que se le viene negando desde hace ya 24 años, se medirá hoy con Argelia, una de las sorpresas del certamen y con ansias de vengar el histórico pacto del Mundial España 1982, en un partido de los octavos de final de la Copa del Mundo de Brasil 2014.
El encuentro se disputará en el estadio Beira-Río, de Porto Alegre, desde las 17, con el arbitraje del brasileño Sandro Ricci y televisación de la TV Pública.
El equipo que resulte vencedor de este encuentro se enfrentará en la siguiente fase al que avance de la llave entre Francia y Nigeria, que también jugarán hoy, en Brasilia.
Los alemanes, campeones en Suiza 1954, Alemania 1974 e Italia 1990, son los grandes favoritos para clasificarse a la ronda de cuartos, pero enfrente estarán los argelinos, que ya alcanzaron su mejor actuación en cuatro participaciones.
La “Mannschaft” prefiere centrarse en el título que no consiguen desde 1990, mientras que Argelia quiere cerrar una herida abierta hace 32 años.
El 25 de junio de 1982, en Gijón, en lo que fue conocido como “El Pacto de El Molinón” (nombre del estadio del Sporting Gijón), Alemania y Austria obtuvieron el único resultado que clasificaba a ambos y eliminaba a Argelia.
En uno de los episodios más bochornosos de la historia de los Mundiales, los germanos ganaron por 1-0, con un gol a los 10’ del primer tiempo, y ante el abucheo del público no se atacaron durante los 80’ restantes.
Los africanos, que por primera vez participaban de una cita mundialista, se despidieron con mucha bronca de tierras españolas pese a haber ganado dos encuentros (Alemania 2-1 y Chile 3-2).