Ni un día duró el suspenso. Luego de poner en riesgo el reinado del Pro en la Ciudad de Buenos Aires el pasado domingo en el balotaje porteño, Martín Lousteau le puso ayer nombre y apellido a quién votará en las PASO del próximo 9 de agosto.
Se trata de Ernesto Sanz, el precandidato del radicalismo. "Como soy independiente y defiendo las PASO como herramienta, elijo jugar donde hay disputa interna y voy a votar a Ernesto”, manifestó Lousteau en una conferencia de prensa que ayer por la tarde brindó en un edificio anexo del Congreso nacional.
No fue el único mensaje contrario a la ambición presidencial de Mauricio Macri. Lousteau dejó en claro que no tiene pensando darle su apoyo al Pro -espacio que definió como “conservador”- bajo ningún punto de vista (negó que se pueda sumar al gabinete de Horacio Rodríguez Larreta) e hizo saber que en caso de que Sanz o Elisa Carrió pierdan la interna con Macri por el espacio Cambiemos, terminará inclinándose en octubre por Margarita Stolbizer, la candidata del Frente Progresista.
La justificación es que el socialismo, el radicalismo y la Coalición Cívica son las principales patas de ECO (Energía Ciudadana Organizada) -el frente con el que Lousteau acudió a las elecciones porteñas y enfrentó al macrismo- y estas fuerzas tienen a Stolbizer, Sanz y Carrió como presidenciables.
“Si Sanz le gana a Macri, voy a votar a Sanz; si Carrió le gana a Sanz y a Macri, la voy a votar a Carrió; si Sanz y Carrió pierden con Macri, voy a votar a Margarita porque es la persona de nuestro espacio”, adelantó Lousteau y se mostró permeable a hacer campaña tanto con Sanz como con Carrió o Stolbizer.
Consciente de que Sanz esperaba “su bendición” a menos de tres semanas de las PASO que dirimirá con Carrió y Macri, Lousteau accedió a blanquear su apoyo electoral. Pero para que esto no impacte en el frente porteño ECO, el ex ministro de Economía de Cristina Kirchner sentó a su lado en la conferencia de prensa a los “lilitos” Fernando Sánchez y Maximiliano Ferraro y al socialista Roy Cortina, a quienes les hizo decir que apoyarán a Carrió y Stolbizer, respectivamente.
“ECO es un espacio socialdemócrata, el Pro en cambio es un partido conservador y no lo decimos despectivamente. Es lógico que entonces apoye a los candidatos presidenciales que tienen bases en ECO”, añadió.
Lousteau tuvo críticas también para el kirchnerismo, que ayer salió a golpear a Macri por la inesperadamente sufrida victoria en su territorio. “Es curioso cómo todos niegan lo que ha logrado ECO, que es llevarle propuestas muy claras a los porteños para los problemas que tienen todos los días.
El candidato del Frente para la Victoria (Mariano Recalde) dijo que fue una derrota y un triunfo del Pro lo de ayer (por el domingo). Daniel Scioli marcó que fue una victoria agridulce. En el Pro dicen que todos ganamos y hasta Sergio Massa habló de que la gente votó por la avenida del medio. En todos estos análisis ECO no tiene ningún papel”, se quejó.
Cimbronazo amarillo
En el Pro, en tanto, se buscó preservar a Macri del difícil día después del balotaje porteño. Por eso, ayer Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno electo, realizó su primera aparición tras la apretada victoria sin el líder del Pro, a diferencia de lo que sucedieron los lunes posteriores a la PASO y a la primera vuelta.
“Teníamos que ganar y ganamos”, dijo Rodríguez Larreta y justificó la ausencia del alcalde porteño: “La idea (por ayer) es hablar de los temas de la Ciudad y Mauricio está enfocadísimo en la elección nacional”, sostuvo.
Por la tarde, el Pro tuvo una reunión a puertas cerradas en la nueva sede del Gobierno porteño, en Parque Patricios, en la que, según trascendió, hubo duros cuestionamientos a los conductores de la campaña nacional de Macri, su secretario de gobierno Marcos Peña y el consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba.
Paralelamente a este cónclave, Macri y su candidata bonaerense, María Eugenia Vidal, recorrieron barrios de San Fernando, cerca de Tigre. Desde allí, el líder del Pro admitió ante la prensa que “me hubiera gustado que sacáramos dos puntos más el domingo” y vaticinó que quien gane la interna de Cambiemos (él, Carrió o Sanz) “obtendrá más del 50% de los votos en la Capital Federal en octubre”.
Según Macri, “no se debe pensar que Cambiemos tendrá el 95% de los votos como cosecharon el domingo Rodríguez Larreta y Lousteau, ya que el kirchnerismo sigue en carrera”.
En el kirchnerismo, conscientes del mal momento político que atraviesa Macri, todos salieron a sacar partido pese a que el FpV quedó tercero en la elección general porteña hace quince días. Aníbal Fernández fue el más duro: “El Pro puede haber puesto al jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para los próximos 4 años, pero perdió la elección lisa y llanamente”, sostuvo.
En tanto, el hijo de la presidenta, Máximo Kirchner y el candidato presidencial, Daniel Scioli, prefirieron cargar las tintas sobre “el giro” discursivo de Macri.
El radical hará una caravana en Mendoza
Ernesto Sanz recorrerá el próximo jueves los principales oasis productivos de Mendoza en lo que busca ser un cierre de campaña adelantado especialmente para su provincia natal, de cara a las PASO nacionales del 9 de agosto.
Sanz estará con todos los candidatos a legisladores nacionales de Cambiemos que lo llevan a él como candidato presidencial: Julio Cobos y Pamela Verasay (senadores), Susana Balbo, Enrique Vaquié y Luis Borsani (diputados).
También se sumará a la movida Gabriel Fidel, candidato a parlamentario del Mercosur por la lista que va colgada de la postulación de Sanz.
"Estoy cerrando todos los días la campaña en una provincia distinta y este jueves estaré en Mendoza. Se los prometí a mis correligionarios y dejé de lado otras actividades importantes porque quiero visitar a mis comprovincianos", confío Sanz a este diario.
La intención es que a media mañana de este jueves Sanz mantenga una reunión con la dirigencia radical en el Comité de la UCR. Luego, en su agenda tiene pautado una reunión con productores vitivinícolas de la Zona Este en San Martín y para la tarde tiene pensado realizar un pequeño acto en su ciudad natal, San Rafael.