Tras ocho días de descanso, los dos mejores equipos de la NBA y sus estrellas ofrecieron un gran espectáculo. Solo uno lo mantuvo durante 53 minutos. Y solo uno sobrevivió sin grandes bajas.
Stephen Curry sumó 26 puntos y ocho asistencias, y los Warriors de Golden State resistieron al ataque de LeBron James y los Cavaliers para vencer 108-100 a Cleveland en un emocionante partido que se extendió a tiempo extra para tomar ventaja de 1-0 en la final de la NBA.
“Fueron los clásicos cinco minutos que necesitábamos para conseguir esa victoria”, dijo Curry sobre la prórroga. Los Warriors, que disputan una final por primera vez en 40 años, ofrecieron a sus aficionados un buen espectáculo. Remontaron de una temprana desventaja de 14 puntos, absorbieron los 44 puntos de James, el líder encestador del partido, y frenaron a Cleveland en el tiempo extra.
James acertó 18 de 38 tiros de campo y aportó ocho rebotes y seis asistencias en 46 minutos. Pero el cuatro veces jugador más valioso de la liga falló un disparo crucial al final del cuarto periodo, y Cleveland erró sus primeros ocho disparos en la prórroga. “Tenemos que hacer más en torno a él”, dijo el técnico de los Cavs, David Blatt.
Para añadir más frustración a los Cavaliers, el base Kyrie Irving se retiró cojeando al vestuario luego de agravar el estado de su maltrecha pierna izquierda en la prórroga. No regresó a la cancha.
Con Kevin Love ya descartado, los Cavs necesitan a Irving. El base se perdió dos partidos en la final de la Conferencia Este por lesiones en la rodilla y el pie y no parecía confiado sobre su estado físico para el segundo partido de la serie definitiva que se jugará el domingo en Oakland.
“Obviamente, por el tono de mi voz se puede ver que estoy un poco preocupado”, dijo Irving, que enterró la cabeza entre sus manos en el vestuario y abandonó el estadio con muletas.
El técnico de los Warriors, Steve Kerr, dijo que espera que Irving pueda jugar el resto de la serie. “Lo digo en serio”, apuntó Kerr. “Igual no me creen, pero lo digo en serio”.
En el primero juego de la serie definitiva hubo 13 cambios de líder y 11 empates, aunque ninguno consiguió diferencias significativas en lanzamientos (Warriors 44,3%, Cavaliers 41,555), rebotes (Warriors 48, Cavaliers 45) o asistencias (Warriors 24, Cavaliers 19).
Al final, todo se redujo a sus estrellas ejecutando jugadas o no. James y Curry se echaron a sus equipos a la espalda en el último parcial, intercambiando anotaciones y asistencias en un partido de ida y vuelta ante 19.596 espectadores que abarrotaban las gradas la mayoría vistiendo camisetas de color amarillo.
Ambos tuvieron también oportunidades para llevarse el triunfo en el tiempo reglamentario.