Los representantes del sector vitivinícola que participaron de la reunión con el presidente Mauricio Macri -y ministros y funcionarios- se mostraron exultantes por las oportunidades que el acuerdo Mercosur-Unión Europea implica para la Argentina. Esto, no solo por la eliminación de aranceles a los vinos, que permitirá competir en mejores condiciones en el mercado europeo, sino también porque favorecerá que el Estado revise cuestiones de política económica para acompañar esta apertura.
Fernando Morales, presidente de la Cámara de Exportadores de Mosto y quien acudió por la Coviar (Corporación Vitivinícola Argentina), coincidió en la importancia que el Presidente atribuyó a que se trata de un bloque con una población que supera los 500 millones de habitantes y que el PBI de esos países es de más 17 billones de dólares.
También se mostró conforme con el hecho de que desde el gobierno nacional reconocieron que si bien esta primera etapa, la de lograr el acuerdo, fue exitosa, aún queda por delante un desafío no menor: el de empezar a construir la competitividad para que el país tenga chances reales en el intercambio con Europa. Esto, a partir de reducir la carga impositiva y acompañar con una reforma laboral y mejoras logísticas y de infraestructura.
Patricia Ortiz, titular de Bodegas de Argentina, también resaltó que el acuerdo incrementa las posibilidades de ganar más espacio en el mercado europeo, que ronda los 36 mil millones de dólares y en el que los vinos argentinos tienen una participación de 5,8%, por lo que hay un amplio margen para crecer. Asimismo, destacó que hay un plazo de implementación hasta llegar al arancel 0, de 8 años a partir de la entrada en vigencia para el vino fraccionado y de 12 años para los espumantes.
Por su parte, el presidente de Wines of Argentina, Alberto Arizu, planteó que el acuerdo posiciona mejor a los vinos argentinos en Europa y les da la posibilidad de competir en igualdad de condiciones con los del resto del mundo. Esto es particularmente importante, ya que indicó que el destino de la vitivinicultura local es la exportación, porque no se puede limitar a un mercado interno de 40 millones de personas, con un ingreso promedio de 12 mil dólares al año.
Arizu comentó que el acuerdo constituye una noticia "muy motivante" y que esto no solo se debe a el efecto directo, sino porque abre la puerta a otros acuerdos comerciales, que podrían agilizarse. "Argentina era uno de los países más cerrados del planeta, junto con Sudán y Nigeria, con apenas 3% del mercado mundial. Y ahora pasa a tener un 30%. Este acuerdo es una carta de presentación para el resto de los bloques comerciales", opinó.
Sin embargo, todavía resta la aprobación en los parlamentos para poder ponerlo en marcha.