Todavía no se sale del asombro por el ataque a balazos a metros del Congreso de la Nación. El diputado nacional de Cambiemos Héctor Olivares fue herido en el tórax y Miguel Marcelo Yadón, quien lo acompañaba, fue asesinado al ser baleados desde un auto que fue identificado por las cámaras de seguridad.
El diputado fue trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía, donde era intervenido quirúrgicamente.
El hecho ocurrió cerca de las 6.50 de este jueves en la avenida Rivadavia 1671, a metros del Congreso, donde Olivera y Yadon fueron baleados desde un auto que se dio a la fuga, en lo que se cree que no se trató de un hecho de inseguridad, dijeron los informantes.
Sin embargo, se trata de un hecho que tiene dos antecedentes recientes y que tiene como protagonistas a dirigentes políticos.
En octubre de 2016, la casa del senador bonaerense del Frente Renovador José Luis Pallares, ubicada en Lanús, fue baleada. En ese entonces, el massismo había denunciado un acto de intimidación contra el legislador.
Pallares había llegado a su vivienda y se encontró con tres disparos en la puerta. El senador se encontraba en plena avanzada contra la inseguridad en el municipio de Lanús y, por tal motivo, expuso varios proyectos para ampliar derechos a las víctimas de delitos.
También, fuentes cercanas al Frente Renovador habían planteado otra teoría que se relacionaba con el asesinato de Nicolás Gamboni, hijo de la dirigente massista Claudia Serapio, por lo que hubo dos detenidos.
Gamboni fue asesinado en un hecho de inseguridad y esa misma semana, tanto Pallares como Serapio, brindaron una conferencia de prensa en la que detallaron iniciativas para combatir el delito, en el marco de la política que quería implementar el massismo para ponerle fin a las "puertas giratorias".
En tanto, el viernes 12 de octubre de 2013, cuatro encapuchados que iban en dos motos dispararon 10 tiros contra la casa del exgobernador de Santa Fe Antonio Bonfatti.
El exgobernador se encontraba mirando un partido de la Selección -jugaba ante Perú por las eliminatorias- y su mujer Silvia Tróccoli, quien era secretaria del área de inclusión de la provincia, estaba en la cocina, cuando quedaron aturdidos por los disparos.
Fue considerado un hecho mafioso por la lucha contra el narcotráfico en esa provincia. Además, no se trató de una intimidación, ya que podía advertirse que había gente por las luces encendidas desde el exterior.
En ese sentido, el exministro de Seguridad de Santa Fe Raúl Lamberto y un juez que había ordenado allanamientos en los búnkers también fueron amedrentados.