"¿Qué santo es?", preguntó Ivanka Trump mientras veía una fotografía y cenaba en el restaurante romano "Le cave di Sant'Ignazio", más conocido como Sabatino.
La foto le provocó confusión, porque su protagonista aparece con los brazos abiertos y mirando al cielo. Pero no era exactamente un santo, sino Giorgio Chinaglia, ídolo de Lazio, junto con Roma, uno de los dos grandes clubes de la capital italiana.
Y "Long John", como se lo apodaba, fue goleador un mítico Lazio campeón del calcio en 1973-74, integró la selección italiana, llegó a jugar en el Cosmos de Nueva York con Pelé y actuó en un filme de Lando Buzzanca.
"Chinaglia il canaglia", como le decían sus enemigos, fue también un personaje volcánico, polémico, con problemas judiciales inclusive cuando quiso comprar la Lazio en 2006, en representación de un misterioso grupo farmacéutico.
"Le explicamos que no se trataba de un santo, sino de un gran campeón de la Lazio", contó Luigina Pantaleone, titular de Sabatino, que le respondió a Ivanka Trump.
La hija del presidente de Estados Unidos arribó a Roma junto con su padre, Donald Trump, quien se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano.
Ivanka, acompañada de su marido Jared Kushner, pidió aperitivo y antipasto liviano, con muzzarella de búfala y ensalada caprese y luego pastas y vino Barolo y Pinot Grigio de Eugenio Collavini y un helado de limón, seguido de digestivos y café.