Luego de batallar 12 horas, los bomberos lograron vencer al fuego y extinguir al infierno que devoraba la emblemática catedral de Notre Dame de París, en un incendio que destruyó su aguja y parte de su techo, pero que no afectó a sus campanarios ni a la llamada Corona de Cristo.
Lo que quedó en pie fue una estructura ennegrecida del monumento inmortalizado por Víctor Hugo en su novela de 1831 "Nuestra Señora de París", un inmueble que ha sobrevivido a casi 900 años de la tumultuosa historia de Francia, pero que fue asolado por las llamas en medio de las obras de renovación al comienzo de la Semana Santa.
Los emblemáticos campanarios del templo parecían intactos y según las autoridades también sobrevivió casi intacto el órgano de 8.000 tubos, junto con otras reliquias, gracias a que los bomberos rápidamente implementaron un plan establecido para salvar varias de sus obras que son parte del patrimonio cultural.
El vicealcalde de París, Emmanuel Gregoire, expresó "el enorme alivio" de las autoridades ante el buen estado de varias de las reliquias, como la Corona de Cristo, que fueron trasladadas a "una ubicación secreta" después del incendio.
También quedaron a salvo varias estatuas, que hace pocos días fueron sacadas del lugar para obras de restauración.
"La tarea, ahora que ya no hay riesgo de incendio, es restaurar al edificio, ver cómo la estructura puede mantenerse en pie", dijo el viceministro del Interior Laurent Nunez.
Uno de los vicarios de París, Philippe Marsset, señaló: "Si Dios intervino en este caso, fue al inspirar valor entre los bomberos".
En tanto, el arzobispo de París, Michel Aupetit, dijo: "La Catedral de Notre Dame fue destruida, pero no el alma del pueblo francés".
Las autoridades consideran que el fuego se debió a un accidente, posiblemente como resultado de las labores de restauración. Los encargados de la investigación adelantaron que ésta será "larga y compleja".
Las estatuas religiosas que se retiraron la semana pasada del tejado de la catedral dentro de las obras de restauración de la monumental aguja del templo también se salvaron de las llamas.
Las imágenes de cobre de tres metros de alto, que representan a los 12 apóstoles y a los cuatro evangelistas y que observaban la ciudad desde el punto más alto de Notre Dame, a 96 metros, fueron enviadas al sur de Francia como parte de las obras de renovación de la aguja. Los trabajos estaban valorados en seis millones de euros (6,8 millones de dólares).