Los violentos terremotos registrados el 15 y 16 de abril en Japón y Ecuador, que causaron la muerte a cerca de 450 personas, "no guardan ninguna relación entre sí y se produjeron por fenómenos distintos en capas tectónicas diferentes", aseguró el Director del instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES), Alejandro Giuliano.
El especialista explicó que el fenómeno producido en Ecuador tiene su origen, al igual que los terremotos que se registran en la costa chileno-peruana, "en un mecanismo conocido como subducción a través del cual la Placa de Nazca ubicada en el Océano Pacífico, se está introduciendo por debajo de nuestra Placa Sudamericana".
"Esta interacción entre ambas placas -agregó- es la que produce los terremotos destructivos importantes de toda la costa occidental de sudamérica". Aseguró que este fenómeno es también el responsable de los terremotos del 27 de febrero de 2010 y 16 septiembre pasado en Chile, al igual que el terremoto de 7,8 en la Escala de Richter que afectó el sábado pasado a Ecuador y que causó hasta el momento un total de 413 muertos.
Se trata de un movimiento de geodinámica de la corteza terrestre, un proceso continuo que se da en el llamado Cinturón de Fuego del Pacifico, que es donde se libera aproximadamente el 90 o 95 por ciento de toda la energía generada por todos los terremotos en el mundo y dentro de ese cinturón el país sísmicamente más activo es Chile", indicó. Apuntó que también dentro del cinturón circumpacífico "se encuentra Japón, que también presenta un mecanismo de subducción entre dos placas que es el responsable de los terremotos destructivos en ese país, entre ellos el producido el 15 de abril último en la isla de Kyushu que causó un total de 42 muertos".
"Nada tiene que ver un terremoto con el otro"
"Nada tiene que ver un terremoto con el otro, como tampoco tiene que ver el terremoto de Ecuador con la denominada Falla de San Andrés, en los Estados Unidos", indicó. En el caso de Argentina, Guliano dijo que "tenemos nuestros propios terremotos destructivos que son los que se generan en nuestra propia Placa Sudamericana y son terremotos superficiales, como los de 1944 en San Juan, 1985 en Mendoza y 1977 en la localidad de Caucete, entre otros".
En igual sentido que Giuliano, opinó el sismólogo del British Geological Survey, Roger Musson, quien en declaraciones a medios internacionales señaló que "Japón y Ecuador están tan separados uno del otro como es posible estarlo en este planeta y sus placas tectónicas son diferentes". Los especialistas aseguran que la cercanía temporal entre ambos sismos, "fue completamente accidental y las estadísticas indican además que la coincidencia no fue ni siquiera extraordinaria".
Efectivamente, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), los datos recopilados desde 1900 a la fecha muestran que hay, en promedio, 16 grandes terremotos al año y ello implica más de uno al mes. "Anualmente se registran aproximadamente un total de 20 mil terremotos, 16 de los cuales alcanzan una magnitud de 7 puntos o más en la Escala de Richter, y de ese universo existe un 30 por ciento de probabilidad de que dos de ellos se produzcan el mismo día", advierten los sismólogos. "En 2013 pasó dos veces que tuviéramos dos terremotos de gran magnitud con sólo un día de diferencia en dos lugares muy distantes", relató Musson.
Sin embargo, como sugiere el USGS en su página web, la forma en la que actualmente circula la información puede hacer que mucha gente saque conclusiones equivocadas y piense que dos terremotos producidos en forma consecutiva guardan relación, aunque produzcan en lugares distantes.