El gigante de Redmond despedirá a más de 7.000 empleados de la división de telefonía en medio de una restructuración que marca el fin de un negocio fallido luego de que Microsoft adquiriese Nokia en más de 7 mil millones de dólares hace un año sin lograr resultados positivos.
Los planes se confirmaron hoy cuando Satya Nadella, el CEO de la compañía se dirigió en un e-mail a los empleados: "Estamos moviéndonos desde una estrategia de crecimiento en un solo modelo de negocios de telefonía hacia una estrategia para crear y hacer crecer un vibrante ecosistema basado en Windows. A corto plazo conduciremos un portafolio más efectivo enfocado a la telefonía mientras que retendremos la capacidad para la reinvención a largo plazo en movilidad"
Hace poco se había comenzado a hablar de la incapacidad de Microsoft en lograr que la familia de Windows Phone (su sistema operativo para smartphones) tuviese relevancia en el mercado al intentar competir con Android e iOS. Nadella está marcando un camino muy distinto para Microsoft, uno que nadie estuvo dispuesto a afrontar antes. ¿Es esta la caída del gigante más poderoso en la historia del software? ¿A qué se debe el derrumbe?