Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
A diferencia de lo que ocurría hace un tiempo, cuando los distintos deportes mendocinos buscaban técnicos de afuera para conseguir trascender en un nivel superior, hoy los entrenadores locales van ganando lugares de mayor peso y demuestran que en nuestra provincia hay buena madera.
Luis Testa trabajando en el equipo de la Selección argentina de voley y teniendo a cargo el equipo sub 19 que jugará el Mundial, Mauricio Lleras siendo el técnico del equipo nacional de Chile de hockey sobre patines que está jugando el Mundial de la especialidad en Francia, son algunos de los casos más significativos.
En el caso de Testa, no hay que olvidarse que ha sido el técnico que más le dio al voleibol local en los últimos años, primero con Mendoza de Regatas y luego con Mendoza Voley en la Liga Argentina masculina.
En lo que respecta al hockey sobre césped, Alfredo Castro -que fue secretario de la Confederación Argentina y actualmente ocupa el cargo de head coach de los seleccionados de Chile- hace un tiempo vino a dar una clínica para los entrenadores de Mendoza. Allí aseguró que es muy bueno cómo los mendocinos se van abriendo puertas en los distintos mercados.
En lo que respecta al fútbol, Mendoza está pasando por uno de sus mejores momentos, especialmente por lo que sus equipos están haciendo a nivel nacional: tener a cinco conjuntos (Godoy Cruz, Independiente, Gimnasia, Gutiérrez y Maipú) en las principales categorías (Primera, B Nacional y Federal A) es una situación inédita para nosotros.
Esos éxitos se están logrando con estrategas mendocinos liderando cada uno de los proyectos. De hecho, hasta la semana pasada todos tenían técnicos de nuestra provincia, aunque la llegada de Gabriel Heinze al Tomba rompió con esta tendencia.
Otros que comenzaron esta semana un nuevo proceso fueron Maipú y Gutiérrez, quienes en un mismo día despidieron a sus técnicos (Villafañe y Scivoletto) y contrataron a reemplazantes también mendocinos para seguir con la coherencia.
Así, el “Cachorro” Abaurre llegó a los Celestes y Scivoletto se trasladó unas cuadras más al sur para hacerse cargo de los Cruzados. Se apuesta a darle continuidad a un proyecto, y eso es muy saludable.
Lo mismo ha pasado en Gimnasia. Allí Toti Arias fue noticia por cumplir 100 partidos al frente del equipo en forma ininterrumpida. En ese lapso el Lobo consiguió dos ascensos y está en una posición expectante en la Primera B Nacional.
Acá hay que destacar la coherencia de la dirigencia, que más allá de que los hinchas se lo pidieron en muchas oportunidades, decidió no cambiar el rumbo y mantuvo a Arias contra viento y marea.
Mientras que en la Lepra, Pablo Quinteros sigue tratando de encontrarle la vuelta a un equipo que pasa por un mal momento, pero nadie pone en tela de juicio el trabajo del entrenador.
Volviendo a Godoy Cruz, es muy preocupante ver la actitud con la que arribó Heinze. El entrerriano se puso a trabajar el lunes y, al mejor estilo Passarella en el Mundial de Francia ‘98, le cerró las puertas a la prensa; más bien pidió que se retiraran los periodistas que estaban allí y hasta no quiso que se hiciera una presentación formal, simplemente porque no quiso dar declaraciones.
Acá también hay una diferencia entre lo nuestro y lo importado. Cuando uno conoce las raíces nunca las descuida.
Bienvenidos entonces quienes nacieron en nuestra tierra y la siguen cultivando. La grandeza está en los pequeños actos. Nunca hay que olvidarse de ello.
