Uno de los rubros autorizados a trabajar desde hace varias semanas es el de los talleres mecánicos, aunque en principio solo era para el mantenimiento de los vehículos con permiso para circular, con el tiempo esta medida se flexibilizó y hoy pueden atender todo tipo de clientes.
Pero como nada es fácil, la actividad de los mecánicos se ve complicada en lo cotidiano por cuestiones mínimas, como recibir el dinero por parte del propietario del auto para la compra de repuestos; y la propia compra, atendiendo a la obligatoriedad de hacerlo en los días que permite el documento. Además la variabilidad de precios de un local a otro, sumado a que los repuestos les llegan por cadetería, hace que para el mecánico un trabajo simple resulte demoroso, postergando a la vez la entrega de los vehículos reparados.
Aunque los comercios de repuestos están atendiendo, con todas las medidas de seguridad exigidas, los mecánicos encuentran difícil acceder a los elementos requeridos por varios motivos. En primer lugar, el cliente deja el auto para revisión y recién después puede saber qué repuesto se necesita y el valor del mismo. Aunque parezca absurdo, hay casos en los que no pueden hacerles llegar el dinero al mecánico en tiempo y forma. "Me pasa con un cliente que es un señor mayor", cuenta Pedro, quien tiene su taller en Dorrego. "El hombre me dejó el auto, pero ahora no puede venir a dejarme el dinero porque los taxis no transportan jubilados ni personas mayores de 60 años" explica.
Otro inconveniente se presenta al momento de comprar los repuestos, ya que solo pueden hacerlo el día que se los permite el documento. "Tengo que salir a comprar los repuestos de varios autos el mismo día, en distintos locales, con la demora que eso significa. Casi nunca logro hacerlo completo" nos cuenta Fabián, mecánico de Maipú.
En algunos casos, han intentado hacer la compra online o por Whatsapp, pero nada reemplaza la presencialidad y el ojo experto del comprador: "Me pasó que el cadete tuvo que venir tres veces porque el repuesto no era. Ahí es cuando tenemos que ir nosotros y decirle al repuestero, 'quiero esto y esto'. Muchas veces tenemos que ver si no están vendiendo uno trucho, porque los cadetes van y vienen varias veces, pero no sé si los repuesteros me están vendiendo cualquier cosa y si pasa, pasa", cuenta Pedro.
En cuanto a los precios, hay mucha disparidad ya que, algunas casas de repuestos los han mantenido mientras que otras los han subido exponencialmente. "Por ejemplo, un repuesto original del concesionario Volkswagen está en 7 mil pesos y el repuesto chino sale 17 mil", menciona, dando a entender el desconcierto que implica hasta para ellos mismos hacer la compra. "Al tener el repuesto en la mano ves si está rayado o marcado, si ha sido usado y devuelto. Pero cuando te lo trae el cadete no ves eso, el cadete te lo deja y se va. Después, cuando te das cuenta, cómo lo reclamás?", finaliza.
Las ventas bajaron 50%
Los locales de repuestos también se ven afectados por la compra de acuerdo al DNI. Luis Beckford, propietario de Zapata Goma, -empresa dedicada a la venta mayorista de repuestos automotores e industriales- explica que esta situación ha reducido en un 50% las ventas. "Tomamos todas las medidas de precaución para la venta, y aunque por nuestro rubro solo tuvimos cerrado el negocio 10 días, las ventas han bajado considerablemente". En su caso, al tener insumos industriales para bodegas y empresas alimenticias, han tenido posibilidad de mantenerse en movimiento porque estos rubros no se han visto afectados, pero en lo estrictamente automotriz. "Nosotros solo trabajamos la parte de motor externa, y aunque mantenemos las ventas, no es como antes".