Las estrategias de Gregg Popovich han dado muchos éxitos a San Antonio. El lunes, los Spurs hicieron un esfuerzo supremo para permitir que su entrenador marcara un hito.
La impresionante reacción de San Antonio en el último cuarto permitió revertir el lunes una desventaja de 14 puntos y convirtió a Popovich en el noveno entrenador con 1.000 victorias en la historia de la NBA.
Un enceste del italiano Marco Belinelli con 2,1 segundos por jugar, coronó el triunfo 95-93 de San Antonio en Indiana.
“He andado mucho tiempo por aquí y he tenido jugadores muy buenos. Ésa es la fórmula”', dijo Popovich. “Es difícil conseguir jugadores pero yo he tenido la fortuna de contar con varios muy buenos. El tiempo es el elemento más importante. Supongo que hay que andar en esto por un tiempo”.
El entrenador celebró a su manera, con discreción. Caminó hacia el centro de la cancha, abrazó a su colega de los Pacers, Frank Vogel, y a uno de sus ex jugadores.
Luego, se dirigió hacia el camarín de los Spurs, aunque después reconoció que quizás conmemoraría la ocasión bebiendo un poco de vino. Popovich ostenta cinco títulos de la NBA. En la temporada regular, pocos triunfos han sido tan significativos como éste.
Sólo dos entrenadores, Phil Jackson y Pat Riley, han llegado al millar de victorias más rápido que Popovich. El estratega de San Antonio emuló además a Jery Sloan, ex timonel del Jazz de Utah, como los únicos técnicos en la historia de la liga en acumular el millar de triunfos con un solo equipo.
Popovich tiene ahora una foja de 1.000-462 en 19 campañas dentro de la NBA, todas con los Spurs.
Su marca en la temporada regular (684) es la quinta mejor de la historia. Y el 623 que ha conseguido en los playoffs es el séptimo récord más destacado, aunque sólo dos de los entrenadores que lo superan han dirigido más de 100 duelos de postemporada: Jackson y Billy Cunningham.
Curiosamente, el hito llegó en Indiana. Popovich nació en el noroeste del Estado y jugó básquetbol en la secundaria, en Merrilville.
Los jugadores de San Antonio eran quienes más deseaban este triunfo, y lo demostraron borrando un déficit de nueve puntos en los últimos cinco minutos y medio.
Belinelli resolvió el partido con su enceste, justo antes de que sonara la chicharra. Un tiro de tres puntos de George Hill, hubiera dado el triunfo a los Pacers.