Los socialistas españoles decidieron ayer facilitar la semana próxima la investidura del conservador Mariano Rajoy como presidente del gobierno, después de diez meses de parálisis política.
En una reunión en la sede nacional en Madrid, el comité federal del PSOE respaldó con 139 votos positivos contra 96 negativos la opción de abstenerse en la próxima votación de investidura, con lo que se evita la perspectiva de unas nuevas elecciones en diciembre, que serían las terceras en sólo un año.
Gracias a esto, Rajoy, en el poder desde diciembre de 2011, podría ser investido al final de la semana entrante, horas antes de que expire el plazo legal, el 31 de octubre, más allá del cual deberían disolverse las cámaras.
Se vislumbra así el fin de más de 300 días de bloqueo político, en los que el Partido Popular (PP) de Rajoy, vencedor sin mayoría absoluta en las dos últimas elecciones generales, fue incapaz de sumar apoyos suficientes para formar un nuevo ejecutivo y echar a andar con normalidad la nueva Legislatura.
Las socialistas acudieron divididos al cónclave, entre los partidarios de resignarse a la oposición y los defensores a ultranza del no a Rajoy, “huérfanos” después de que su líder Pedro Sánchez se viera obligado a dimitir como secretario general hace tres semanas.
Pero de las dos resoluciones rivales presentadas, prefirieron la que propugna que "la repetición de las elecciones es perjudicial para el interés de España" y podría tener "efectos muy negativos para el Partido Socialista", que cosechó los peores resultados de su historia en los comicios generales de diciembre y junio.
Con 85 de los 350 escaños en la cámara baja (frente a los 137 del PP), la resolución vencedora llama a ejercer “el liderazgo de la oposición parlamentaria”, por parte de un partido que teme verse desbancado por su gran rival en la izquierda, Podemos.
En los últimos días, la comisión gestora que dirige de forma interina al partido desde la dimisión de Sánchez, el 1 de octubre, estuvo preparando el terreno con el argumento de que “abstenerse no es apoyar”, como dijo su presidente Javier Fernández.
Tras la decisión de ayer queda sin embargo un partido muy dividido, y que en breve deberá enfrentar la delicada cuestión de liderazgo.
Varios dirigentes regionales, como el catalán Miquel Iceta, llegaron a la reunión afirmando que defenderían el no, en nombre de una militancia que según ellos va a ver muy mal la abstención en favor del PP.
“Nos da más miedo ese abismo con militantes y electores que unas terceras elecciones”, afirmó Iceta en su discurso en el comité federal, según el texto al que se tuvo acceso.
Dejar gobernar al PP “es un mal negocio para el Partido Socialista, pero sobre todo para España”, abundó la presidenta de la región de Baleares, Francina Armengol.
Lo que se espera
- La calle Ferraz. Es el nombre de la calle donde se encuentra la sede del Partido Socialista (PSOE), un edificio moderno situado en un barrio acomodado de la capital. Ayer, el comité federal del partido decidió levantar su veto al jefe de gobierno saliente, el conservador Mariano Rajoy (PP), después de diez meses de oposición frontal a su investidura.
-¿Nuevo gobierno o elecciones? Levantado el veto del PSOE, Rajoy podrá presentar su candidatura a la presidencia del gobierno, un cargo que ocupa desde diciembre de 2011. Con los 137 votos de su Partido Popular, los 32 de los centristas de Ciudadanos y la abstención de los 85 socialistas, podrá entonces obtener el voto de confianza del Congreso, que cuenta con un total de 350 escaños.
- Palacio Real. Rajoy deberá comunicar al rey Felipe VI que dispone de apoyos suficientes para ser investido en el Congreso de los Diputados. El monarca recibirá a los dirigentes de los partidos políticos el lunes y el martes. El encuentro con Rajoy está previsto para el mañana a las 10.30 argentina. El rey podrá designarlo como candidato a la investidura, probablemente el mismo martes.
- Pequeño desvío a Colombia. La presidenta de la cámara Baja, Ana Pastor, tendrá que decidir entonces para cuándo convoca los debates parlamentarios de investidura. La Constitución prevé dos votaciones, con 48 horas de diferencia entre una y otra. El rey viajará a la Cumbre Iberoamericana en la ciudad colombiana de Cartagena, de jueves a sábado.
- Por último, la Moncloa. Si Mariano Rajoy obtiene finalmente la confianza de los diputados, el rey lo puede nombrar jefe de Gobierno y encargarle constituir un nuevo Gabinete en el Palacio de la Moncloa. Pero su gobierno en minoría será rocoso, ya que tendrá que negociar cada medida con un Parlamento donde enfrentará a 85 diputados socialistas, 71 de la izquierda radical, independentistas y centristas.
