El compuesto activo del Viagra es el Sildenafil. Su función es restablecer la respuesta natural del cuerpo al estímulo sexual al inducir la relajación de un músculo llamado "liso" que influye a los cuerpos cavernosos y permite alcanzar y mantener la erección.
Existen algunos rumores que confunden e infunden temores con respecto al uso de esta droga. Siempre es bueno que al consumirla sea de manera prescripta y monitoreada por el médico de cabecera.
Aquí algunos de los mitos más comunes y sus verdades:
1. "Tiene efectos sobre el deseo, lo toma porque ya no le gusto y necesita una ayudita": Esto es falso.
2. "Sufro de hipertensión y puede darme un infarto": Otro rumor falso.
3. "No solo sirve para hombres, también pueden usarlo mujeres para aumentar el deseo": Falso.
4. "Tomar demasiado Viagra puede producir un infarto": Si bien es bueno consultar a un médico antes de comenzar a tomar la droga, ya que hay ciertas cardiopatías y tratamientos que lo contraindican, por lo general este rumor es falso.
5. "El Viagra posee efectos secundarios que pueden producir incapacidad": Otro rumor falso, a no ser que se encuentre expresamente contraindicado, el Viagra puede producir en algunos casos y por escasos minutos: visión borrosa, mareos, dolor de cabeza, congestión, rubor en la cara y ardor ocular.
6. "El Sildenafil debe ser consumido inmediatamente antes de tener una relación sexual": Otro mito falso.
7. "La rigidez de la erección se mantendrá durante horas": Falso.
El Viagra se encuentra socialmente idealizado como un repotenciador sexual, lo cual es una verdad a medias, ya que no tiene ningún efecto a nivel hormonal ni sobre el deseo, sino que su función es meramente a nivel "mecánico", ayudando en trastornos de erección producidos por motivos meramente físicos.
Cualquier persona que desee comenzar a utilizar este medicamento debe consultar previamente con un médico para evitar realizar combinaciones de drogas que pueden ser peligrosas.