El Senado es el órgano federal por excelencia, el lugar en el que todas las provincias tienen la misma representatividad. Cada una de ellas cuenta con tres senadores, que en definitiva resultan los interlocutores -junto a los diputados- de sus necesidades e intereses en el Congreso.
Para que los legisladores no pierdan vínculo con sus distritos, la Cámara Alta les garantiza un cupo mínimo de pasajes para utilizar todos los meses.
Pero la mayoría prescinde de esos boletos y los cambia por dinero, a un precio considerablemente inferior al valor de mercado. Por reglamento, cada senador dispone mensualmente de 20 pasajes aéreos y 20 terrestres.
Según información brindada por el propio Senado a la Justicia, a partir de un amparo presentado por la ONG Poder Ciudadano, el 96 por ciento de los senadores decidió canjearlos por dinero.
Es decir, 69 sobre un total de 72. Los datos no contemplan la actual conformación de la Cámara, que comanda Amado Boudou, ya que comprenden el período entre enero de 2012 y junio de 2013, por lo que hoy sólo queda un senador que no canjeó pasajes: el salteño Juan Carlos Romero, del Peronismo Federal, quien renovó su banca en las últimas elecciones.
Los otros dos "invictos", ambos de Chaco, ya cumplieron su mandato: el kirchnerista Fabio Biancalani y el radical Roy Nikisch.
Si bien el valor de cambio es inferior a lo que cuestan en plaza, ya que está fijado por un decreto de junio de 2011, que estipula 550 pesos por cada boleto de avión y 240 por los de micro, el ingreso extra que se garantizan los senadores -cuyas dietas rondan los $50 mil mensuales- por el canje total de sus pasajes es significativo: $ 160.800 anuales.
En esta cifra, hay que tener en cuenta que por reglamento los senadores pueden cambiar el 100 por ciento de sus pasajes aéreos y hasta un 50 por ciento de los terrestres.
En el listado de los que 35 que cambiaron más pasajes no parece haber influencia ideológica: figuran oficialistas y opositores, casi en idéntica escala. Desde las principales espadas K, como la tucumana Beatriz Rojkés, el chubutense Marcelo Guinle y el neuquino Marcelo Fuentes; hasta el pampeano radical Juan Carlos Marino, el santafesino Rubén Giustiniani (FAP-UNEN) y el puntano del PJ disidente Adolfo Rodríguez Saá, entre otros.