Una piel brillante, tersa y suave es lo que cualquier persona desea, por ello la mayoría de las personas se preocupa por cuidarla y mantener hábitos saludables que la preserven joven y fresca. Lo curioso es que algunos hábitos diarios, muchos de ellos irónicamente destinados a mejorar su aspecto, la perjudican y producen el efecto contrario.
Estos son:
1. Tomar sol en exceso y sin protección
2. Hablar mucho tiempo por celular
3. Exfoliarse más de lo debido o con productos muy fuertes para el tipo de piel
4. Sudar en exceso
5. Realizar dietas extremas
6. Dormir sin quitarse el maquillaje
Modificar algunos de estos simples hábitos puede marcar un cambio significativo en la salud de la piel de una persona. Son variaciones simples en costumbres o dietas que cuidan a todo el organismo y principalmente al órgano más grande del cuerpo: la piel.