En una región que escala hacia el pico de la epidemia de coronavirus, Uruguay se convirtió en un extraño caso de éxito: la curva de contagios está aplanada, la letalidad es baja y cada vez son menos las personas que se contagian.
Con 738 casos detectados, 20 fallecidos y 579 recuperados de Covid-19, según las cifras oficiales, este pequeño país de 3,4 millones de habitantes que nunca decretó cuarentena general se encamina hacia una apertura de las actividades casi total.
Este avance en el relajamiento de las medidas sucede porque los casos mostraron una senda decreciente: Hasta el martes, apenas 139 personas cursaban la enfermedad mientras que a fines de abril eran 209. En tanto, el índice de la tasa de reproducción del virus (R0), que indica a cuántos otros contagia cada enfermo o portador, se ubicaba el martes en Uruguay en 0,74 de acuerdo a un modelo elaborado por el ingeniero Andrés Ferragut y el matemático Ernesto Mordecki, asesores del gobierno.
¿Esto pronostica que el virus va a desaparecer en el país? "En un mundo ideal, sí", dice Ferragut, pero aclara que el número es dinámico y se actualiza cada día. "Depende de un montón de cosas: de la contagiosidad natural del virus pero también del comportamiento de la sociedad y de las medidas que se tomen", detalla.
En China, la estimación inicial fue que cada persona contagiaba en promedio a otras 2,5. Pero en Uruguay esa cifra no solo nunca se replicó sino que los expertos que asesoran al gobierno hablan de una "aparente baja prevalencia " del virus y una "contención" de la epidemia.
Según la página EndCoronavirus.org, del Instituto de Sistemas Complejos de Nueva Inglaterra en Massachussetts, Estados Unidos, Uruguay es uno de los 43 países del mundo y el único de Sudamérica que le "está ganando" al virus.
¿Puede haber una trampa de los números? El epidemiólogo Julio Vignolo, integrante del comité de expertos que asesora al gobierno, asegura que no. "Usted me podría decir que hay subregistro, pero cada vez se hacen más test . Y quien no crea en los test, ¿cómo explica que estén libres las camas de CTI (Centros de Tratamiento Intensivo)? ¿Por qué no están abarrotados los sistemas de salud? ¿Por qué no hay un aumento de la letalidad? Eso no se puede ocultar", opina. Para él, la epidemia "está por ahora controlada " en Uruguay considerando la baja letalidad (2,7%) así como la disminución de casos activos y de nuevos contagios.
Entre las razones del éxito, Vignolo apunta a la rapidez de reacción. Uruguay detectó sus primeros cuatro casos de coronavirus el 13 de marzo y el mismo día el gobierno declaró emergencia sanitaria, con suspensión de clases y cierre de fronteras en las horas posteriores, entre otras medidas.
Además instó al confinamiento voluntario, algo que la población acató en masa. El 29 de marzo, la actividad en lugares de recreación como cafés, teatros y centros comerciales se había reducido en un 75%, y en parques, plazas y playas, en 79%, de acuerdo al reporte de la fecha de Google Mobility, plataforma de Google que informa sobre los desplazamientos en distintas comunidades.
Pero, a su vez, hay otros factores que colaboran al control del virus en Uruguay, que tiene que ver con las características demográficas del país, con una baja densidad de población y sin grandes urbes.
Tal es la confianza de la administración en sus resultados que se espera que este jueves el presidente Luis Lacalle Pou anuncie el reinicio de clases de primaria, que se sumarían a otros sectores que se han abierto paso en la llamada "nueva normalidad", destacó La Nación.
Pero hay quienes advierten de un exceso de confianza entre la población, que ha ido flexibilizando su confinamiento voluntario. De hecho, el último reporte disponible de Google Mobility, del 9 de mayo, muestra que la disminución de movilidad en cafés y centros comerciales bajó a 36% y en parques y plazas, a 53%.
"No hay que caer en el triunfalismo. Esto es día a día. Hay que ser prudentes, cautos", aclara Vignolo. "El coronavirus vino para quedarse. Y mañana pueden escaparse los casos porque se empezó a aglomerar la gente", señala. Y destaca que la batalla contra la covid-19 "va para largo".