Los Barbarians no vistieron de negro y blanco en Twickenham sino de celeste y blanco. Los Pumas mantuvieron el impulso que los llevó a ser uno de los cuatro mejores del mundo y fueron quienes brindaron el espectáculo. Con el objetivo de atacar siempre como premisa apoyaron siete tries y se impusieron 49-31 al combinado de estrellas.
Lejos de notarse la ausencia de varios jugadores que fueron clave en la conquista del cuarto lugar en Inglaterra 2015, apenas tres semanas atrás, el equipo mantuvo la intención de jugar de todos lados, pero también la intensidad, pese al desgaste de la mayoría de los jugadores, y allí estuvo la principal diferencia respecto de los rivales. Los dos querían lucirse, los dos querían ganar, pero los Pumas jugaron con mayor seriedad.
Los Barbarians, pese a tener un equipo plagado de estrellas y también a intentar jugar siempre, fueron superados por los argentinos en las cuestiones básicas, como el ruck y el tackle.
Sólo cuando lograban quebrar la primera línea defensiva generaban peligro, pero si no sus avances se tornaban desordenados e imprecisos. Pese a tener muchos jugadores jóvenes e inexperimentados, Los Pumas fueron más equipo, evidenciando que el sistema del Pladar excede al seleccionado mayor.
El primer try de Santiago Cordero (hizo dos y asistió en otro) sirve para evidenciar la espectacularidad del rugby de los Pumas. En vez de patear al touch, Nicolás Sánchez jugó un penal rápido en la media cancha, Santiago González Iglesias se cortó y, tras un par de fases (incluida una buena arremetida de Petti), el wing llegó al try. O el subsiguiente, apoyado por Ramiro Moyano (de gran debut con la celeste y blanca) luego de una intercepción de Sánchez y un bonito pase de revés de Cordero.
Los nuevos demostraron estar en perfecta sintonía con el sistema de juego. Moyano fue de los más desequilibrantes, Emiliano Boffelli gestó el quinto try (de Landajo) en la primera pelota que tocó quebrando dos tackles y Tomás Lezana hizo una gran jugada en una conquista no convalidada por el TMO, con off-load de revés incluido.
El partido también dio lugar a algunas excentricidades que deleitaron a los 38.101 espectadores que le dieron un marco digno al partido. Fue gracioso ver a Scott Fardy intentar una salida 25 que casi termina en try de los Pumas, o el intento de conversión de Bakkies Botha tras el try de Victor Matfield, en su último partido.
Las jugadas más lucidas y aplaudidas llegaron por parte de los Pumas. Cordero (Man of the Match) terminó festejando con Champagne.
En definitiva, un cierre de 2015 óptimo para los Pumas y un buen punto de partida para lo que viene.
Un justo homenaje a Jonah Lomu
El martes el mundo del rugby se sacudió con la muerte de Jonah Lomu, un ícono del rugby moderno y un hombre que revolucionó el deporte. El wing que brilló en los All Blacks utilizó siempre la 11 en su espalda, y ayer tanto los Pumas como los Barbarians decidieron homenajearlo.
El equipo de Los Pumas salió a realizar el calentamiento previo al partido con una remera azul, todos con la 11 en su espalda. Un recuerdo para un excelente jugador que enfrentó dos veces a la Argentina, y le marcó un try.
