Argentina se despidió virtualmente de los cuartos de final del Mundial de rugby con su derrota contra Inglaterra por 39-10, en su tercer partido de la primera fase. La expulsión de Tomás Lavanini en el minuto 18 dejó sin posibilidad de respuesta a Los Pumas, que buscaban el milagro tras la derrota ante Francia en el debut (23-21).
Tras esta segunda derrota, este sábado en Tokio, después de haber ganado solo a Tonga (28-12), a Argentina, pese a que no está matemáticamente eliminada, le queda decir adiós al Mundial en su cuarto y último partido del grupo C de la primera fase, contra Estados Unidos, el miércoles en Kumagaya.
Inglaterra, con este triunfo, fue el primer equipo en asegurar su pase a cuartos de final en la Copa del Mundo, y se jugará la primera plaza de la llave el 13 de octubre contra Francia.
El partido terminó para Argentina a poco de empezar, en ese minuto 18 en que el segunda línea Lavanini hizo un tackle alto al centro y capitán Owen Farrell, que podría haber sido tarjeta amarilla, pero el árbitro galés Nigel Owens fue estricto.
Lavanini, quinto jugador expulsado en este Mundial, recibió su segunda tarjeta roja con la camiseta de Los Pumas, después de una que le fue mostrada en 2017 contra Sudáfrica.
A esas dos expulsiones suma cinco tarjetas amarillas con Los Pumas, siendo el jugador más sancionado en la historia del seleccionado argentino.
Quedarse con uno menos todo el partido desestabilizó a Argentina, que en esos primeros minutos había mostrado una cara esperanzadora.
El XV de la Rosa acabó marcando seis tries, con lo que logró un punto bonus, mientras que Argentina pudo lograr uno al final del partido, por medio del wing Matías Moroni (71), que convirtió Emiliano Boffelli.
El hooker Agustín Creevy, que entró en el minuto 48 en lugar de Julián Montoya, no pudo celebrar con un triunfo el hecho de convertirse en el jugador argentino con más partidos internacionales (88), dejando atrás a Felipe Contepomi (87).