Una vez más Los Pumas no pudieron con los All Blacks, que los superaron por 28-9 en un partido en el que el equipo argentino hizo un buen primer tiempo, pero en el final de esa etapa y el inicio de la complementaria cometió errores imperdonales, permitiendo que los neocelandeses lograran una victoria que al final fue amplia. No fue una mala actuación del conjunto albiceleste, de hecho la derrota fue una de las más ajustadas ante los oceánicos en condición de visitante. Pero la racha “negra” continúa y el sueño de poder vencer a los cultores del haka parece cada vez más lejano. La lluvia tuvo una gran incidencia en el encuentro.
A los dos equipos les costó controlar la pelota y los errores de manejo estuvieron a la orden del día. En ese contexto, Los Pumas parecieron salir favorecidos en los 40 minutos iniciales en los que dominaron pelota y terreno. Sobre los 10, tras una gran acción colectiva, Leguizamón quedó a un par de metros de llegar al ingoal rival. Parecía que se podía.
Y si bien Barrett puso en ventaja a la escuadra local, enseguida igualó Sánchez y el dominio seguía siendo del conjunto albiceleste, que controlaba el scrum.
Recién sobre los 27 los neocelandeses pudieron marcar diferencias en una buena acción en la que hubo dos precisos rastrones. El último, de Conrad Smith, lo capturó Julián Savea en el ingoal para poner a su equipo al frente 8-3.
Sánchez achicó al anotar otro penal y estuvo cerca de dar vuelta la historia cuando falló un drop.
La etapa se iba con el marcador ajustado (8-6) y la ilusión de hacer historia latía. Pero en el minuto 40 todo se derrumbó. Los Pumas tenían un scrum a favor en media cancha pero hubo una falla en la base de la formación y la ovalada salió disparada al otro lado. Aaron Smith abrió rápido para Barrett, quien vio la defensa mal parada, se cortó por el centro y habilitó a Liam Messam para que dejara el final de la etapa con ventaja para los All Blacks de 13-6.
En este nivel los errores se pagan caro y Los Pumas lo sintieron, tanto en el cierre de ese primer segmento como en el inicio del segundo, cuando una infracción innecesaria en campo ajeno trocó en line en campo propio. Y del mismo nació el try con el que Savea, comenzó a cerrar el partido. Al igual que ante los Springboks en Salta, el recambio de forwards terminó siendo más favorable a los neocelandeses, que tomaron el control del juego y liquidaron el pleito con un penal del ingresado Colin Slade y un try de Aaron Smith, nacido de un scrum cinco.
El balance es agridulce, porque tras un buen inicio, en cinco minutos se entregó el encuentro tras dos errores “tontos”. Eso no le quita mérito a los campeones del mundo, que ganaron merecidamente, pero la diferencia pudo ser menor.
Habrá que ir corrigiendo esas fallas de cara al compromiso de la semana próxima ante Australia. Allá, Los Pumas arañaron la victoria en las dos primeras ediciones del torneo. Tal vez la tercera sea la vencida.
Un Agónico triunfo de Australia
Dominada gran parte del encuentro, Australia tuvo un final feliz al imponerse a Sudáfrica (24-23) en el último suspiro en Perth. Un try de Rob Horne, convertido por Bernard Foley, dio una agónica victoria a los Wallabies que se adelantaron con un try de Israel Folau y se mantuvieron en el partido gracias a los cuatro penales anotados por Foley.
El try anotado por Cornall Hendricks y los seis penales anotados por Morne Steyn no fueron suficientes para que Sudáfrica mantuviera el liderato en el torneo que ahora comanda Nueva Zelanda.
Lavanini podría ser sancionado
El rugbier argentino Tomás Lavanini fue citado por la Sanzar, entidad rectora del Rugby Championship, por una acción desleal contra el neocelandés Richie McCaw, por la que podría corresponderle una sanción. El segunda línea de Los Pumas fue acusado por la Unión de Rugby de Nueva Zelanda de cometer una carga peligrosa contra el capitán de los All Blacks, lo que motivó sólo la sanción de un penal por el árbitro francés Pascal Gauzere. Al término del partido, el oficial judicial de la Sanzar citó al jugador para que preste declaración.