El seleccionado argentino de rugby, Los Pumas, venció hoy al de Georgia por 45-29 en el cierre de la ventana internacional de junio que, pese a la cómoda victoria de esta tarde, dejó un saldo negativo para el representativo albiceleste.
Ante más de 20 mil espectadores que poblaron el Estadio 23 de Agosto, el equipo orientado por Daniel Hourcade fue superior a su adversario, sobre todo a partir de los diez minutos finales de la etapa inicial hasta el cuarto de hora final del encuentro.
Ramiro Moyano, autor de tres tries, fue la figura del equipo argentino en el que también cumplieron una buena labor Guido Petti y Pablo Matera. Pero la amplia victoria no hace olvidar la sensación amarga que dejaron las dos caídas con Inglaterra en San Juan y Santa Fe. Hubo presencia mendocina de la mano de Rodrigo Báez y Gonzalo Bertranou.
Si bien asumieron la iniciativa, Los Pumas arrancaron con varios altibajos durante los primeros 30 minutos ante un áspero elenco georgiano, que se hizo fuerte en la zona de contacto, recuperando varias pelotas, y complicó en el scrum a los albicelestes.
Entonces, al conjunto argentino se le hizo difícil darle profundidad a sus ataques. Hubo algunos movimientos interesantes, liderados por una dinámica tercera línea, pero pocas acciones de riesgo frente al ingoal rival.
Por eso hubo que recurrir a las patadas de Nicolás Sánchez (4-5 en el primer parcial) para ir sumando de a tres. Hasta que a los 32 vio la amarilla Giorgi Nemsadze y esa circunstancia fue aprovechada por el representativo local para llegar al try en una acción de line y maul.
Enseguida, una buena acción colectiva terminó con Tuculet en el ingoal y todo parecía indicar que el partido iba a transformarse en un monólogo del elenco de camiseta celeste y blanca.
Pero en el cierre volvió a aparecer la preocupante falta de tackle que le permitió a Lasha Khmaladze arrancar un buen contraataque que terminó con Davit Kacharava en el ingoal y el parcial se cerró con un 26-8 favorable a los albicelestes.
De todos modos, las esperanzas de los georgianos se esfurmaron pronto. Corrían tres minutos de la segunda parte cuando Moyano interceptó una pelota y se tendió hacia abajo de los postes. Un try penal para Georgia, forzado por la potencia de su scrum, generó una señal de alerta. Pero rápidamente Moyano anotó su segunda conquista y los fantasmas desaparecieron.
Otra gran acción del mismo Moyano -de gran labor pese a su infantil amonestación- elevó la diferencia ante un elenco georgiano que comenzó a dejar huecos cada vez que le movieron la pelota hacia las puntas.
Pero los argentinos fueron perdiendo precisión con el correr de los minutos y le volvieron a ceder la iniciativa a Georgia, que con el empuje de sus forwards achicó distancias en el epílogo.
Fue un final con una tenue sonrisa para los conducidos por Hourcade, que se despidieron de la ventana de junio con un saldo negativo de dos caídas contra un triunfo.
Hubo algunos aspectos para rescatar, pero hubo más para corregir en el largo camino hacia la Copa del Mundo de Japón 2019, donde ya no habrá margen para el error.