El Ítem Aula es una de las acciones de gobierno más defendidas por Alfredo Cornejo en su gestión que terminará en diciembre; pero también la más rechazada por la oposición, que vio al régimen para controlar el ausentismo docente como un ataque directo a los trabajadores de la educación. Sin embargo, en plena campaña electoral y a una semana para las primarias, solo tres precandidatos afirman que lo derogarían. El resto, salvo Rodolfo Suárez, promete "rediscutirlo" pero no habla de su eliminación.
Por parte del oficialismo, Suárez, precandidato a gobernador radical, afirmó a Los Andes que mantendrá el Ítem Aula. En tanto, Omar De Marchi, del Pro, reconoció que ayudó a mejorar el presentismo del docente en el aula, por lo que seguirá si accede al Gobierno. Pero dejó en claro que "no es una medida que resuelva los problemas de fondo" de la educación, por lo que expresó que si llega al poder refomulará el sistema educativo.
Quien lo cuestionó más fuerte fue su compañera de fórmula, Susana Velázquez, que sostuvo que debería revisarse y ver si se trata de un sistema de premios o castigos.
Del lado del peronismo la situación es similar a la posición de Velázquez. Alejandro Bermejo, precandidato del PJ, dijo que el Ítem Aula está siendo analizado por sus equipos técnicos y adelantó que si gana "se va a refuncionalizar y no seguirá tal como está", ya que lo consideró un "sistema injusto, sobre todo en casos de enfermedades prolongadas". No obstante, dejó en claro que el ítem "va a continuar, pero lo vamos a flexibilizar".
Su rival en la interna representando a Unidad Ciudadana, Anabel Fernández Sagasti, aseguró que este ítem "preocupa en toda la provincia" y argumentó que "hay que rediscutirlo totalmente con la comunidad educativa, sobre todo revalorizando el rol docente que tan vapuleado ha estado en el ultimo tiempo".
Por Protectora, José Luis Ramón fue más claro y aseguró que lo derogará si gana las elecciones, ya que se trata de un mecanismo "extorsivo" que va en contra de los derechos de los maestros. "Es el reconocimiento por parte del DGE del fracaso que ha tenido para controlar un pequeño grupo de docentes que hacen trampa. Nosotros proponemos sin duda la eliminación del ítem aula, la incorporación del 10% que correspondía incluir en su momento, y un ítem de incentivo al presentismo (que contemple obviamente las licencias legítimas de los docentes) y al rendimiento educativo", acotó.
En los partidos de izquierda tampoco van con vueltas. Votaron en contra en su momento y presentaron un proyecto para derogarlo, que si bien tuvo acompañamiento de parte de legisladores opositores, nunca se trató.
Noelia Barbeito, precandidata del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), destacó que es un "castigo" al docente y que hay innumerables casos de trabajadores que no lo cobran debido a cualquier tipo de enfermedad o problema que los hace faltar.
En su lugar, planteó que "se estudie a fondo las razones de ausentismo", pero aseguró que no fueron escuchados. "Preguntamos muchas veces a (Jaime) Correas (titular de la DGE) cuánto dinero ahorraron en no pagarle el ítem a las maestras enfermas o que faltaban para cuidar a sus hijos o capacitarse. Nunca me pudo responder", añadió.
Marcia Marianetti, del MST, aseguró su derogación inmediata si ganara los comicios. "Es un sistema coercitivo que ha costado la vida de compañeros. Es impedir que hagan paro y los obliga a ir a trabajar bajo cualquier condición", definió.
Fernando Armagnague, radical de Dignidad Partidaria, sostuvo que "es una extorsión si forma parte de la retención, y si es un estímulo debe estar fuera de la retribución". En este sentido, dijo que el ítem "es un principio para recuperar al docente, pero debe estar fuera de la retribución. Si llegamos al gobierno estará como estímulo para que el docente se preocupe por concurrir".
Emanuel Casas, del Partido de los Jubilados, declaró que el ítem es "muy estricto y perjudica al docente", y que si bien hay que tener un control con el tema de las inasistencias, "no se debe hacer con tanta severidad como se hace actualmente".
En tanto, Dante González, precandidato del Partido Intransigente, aseguró que se sentarán con los gremios y "se coordinará su aplicación dejando en claro que es importante para Mendoza el presentismo docente, pero no debe verse afectado el derecho de los trabajadores".
Por último, desde el Partido Federal, su postulante Adolfo Innocente declaró que es un ítem "extorsivo" y que de llegar al Gobierno su partido se consensuarán cambios con los docentes y el SUTE, porque "muchos docentes van enfermos a clase".
Las cifras que usa la DGE para defenderlo
A comienzos del 2016 la Legislatura fue lo más parecido a un campo de batalla, cuando tuvo que discutir el decreto de aumento docente que otorgó el Poder Ejecutivo con una novedad: el Ítem Aula, que contempla un 10% más de la asignación de clase, estado docente, zona y antigüedad a los docentes que no falten más de 3 veces en el mes y 10 en el año. También se aseguró el reintegro a aquellos con licencias por accidente o enfermedad profesional y también maternidad.
En marzo de ese año, a duras penas y con desempate de Néstor Parés, presidente de la Cámara de Diputados, el radicalismo pudo aprobar la Ley gracias a la abstención de sus aliados políticos, el PD y el Frente Renovador. El peronismo en su conjunto y la izquierda votaron en contra.
Luego de algunas reformas en agosto de ese año, el Ejecutivo aceptó algunos cambios en el ítem y avanzó con su aplicación.
El SUTE fue a la justicia para frenarlo, pero finalmente dos años después la Corte Suprema en plenario rechazó el pedido de inconstitucionalidad de manera unánime, avalando la posición del Gobierno.
Según la DGE, con el Ítem Aula las licencias de los docentes disminuyeron en más del 30% respecto al 2015, el último año en el que no se aplicó. Así, de 211.852 licencias se pasó en 2016 a 142.788 (un 32,6% menos); y en 2017 se registraron 143.445, lo que representó también un 32,3% menos respecto al 2015.