Cada vez que un nuevo anochecer se acerca en Mendoza, la situación obliga a quienes transitan por principales accesos a agudizar aún más sus sentidos para minimizar al máximo el riesgo de sufrir un siniestro vial. De hecho, con sólo encaminar el circuito desde el casco céntrico del Gran Mendoza hacia los distintos departamentos, los inconvenientes en el sistema de luminarias se vuelven evidentes.
Dos ejemplos concretos son el Acceso Este, a la altura del Mendoza Plaza Shopping (Guaymallén), y el cruce que une a éste con el inicio del Acceso Sur. Ayer, en ambos sitios después de las 19, sólo era posible ver gracias a las luces de los vehículos y algunas del tendido eléctrico que se encontraban en funcionamiento.
Sin embargo, ésa es sólo una pequeña porción de las falencias existentes en la infraestructura vial de los Accesos. Justamente, desde el Gobierno reconocieron la urgencia de mejorar y refuncionalizar el correcto funcionamiento del sistema eléctrico en la vía pública e incluso destacaron la importancia de este factor como uno de los tantos aspectos que debe garantizar el Estado para evitar que más accidentes viales se produzcan en rutas, calles y accesos.
Oscar Sandes, administrador general de la Dirección Provincial de Vialidad, detalló que la refuncionalización del sistema de luminarias es una deuda pendiente desde hace al menos veinte años en la provincia. "Al avanzar por las rutas, inclusive hay pueblos que no tienen luz en su ingreso", advirtió el funcionario.
Para avanzar en una mejora integral, Vialidad llamó a licitación para la realización de los trabajos el martes pasado y hacia el 4 de mayo está prevista la apertura de los sobres presentados por las firmas interesadas.
El objetivo de este plan de mejoras es lograr recomponer los distintos tramos del tendido eléctrico en toda la extensión de la Ruta Nacional N°40 por un lado, y la Ruta Nacional N°7 por el otro.
En el primer caso, el tramo a refuncionalizar se extiende desde Jocolí, en Lavalle, hasta la localidad de Pareditas, en San Carlos; mientras que en el segundo, las obras se extenderán a lo largo de varios kilómetros desde el límite con San Luis hasta la frontera con Chile.
Sandes aclaró que además de mejorar la seguridad vial, el hecho de lograr una mayor iluminación en las rutas ayudará a atenuar los actos de vandalismo que suelen producirse en determinados sectores. Desde el punto de vista técnico, la obra comprenderá la reparación de los tableros de comando, la recomposición de columnas y el reacondicionamiento general del sistema.
El dinero que costará esta obra se estima en 26 millones de pesos y se estima que sólo tomando en cuenta la primera etapa de los trabajos, será necesario poner en funcionamiento 5.500 luminarias. Luego, la empresa que cuente con la mejor propuesta se encargará de mantener y reparar las que se vayan apagando por el propio desgaste y uso. Esa tarea se extenderá a lo largo de 30 meses.
Dentro del plan general destinado a lograr una mayor seguridad vial en las rutas y acccesos a Mendoza, Sandes destacó que se espera repavimentar distintas arterias, reforzar la señalización y demarcar de manera más nítida todos los cruces. “Hay escuelas incluso que no tienen su debido cartel o bien lo tienen muy deteriorado”, indicó el funcionario.
Conductores preocupados y alertas frente al volante
Cada vez que regresa a su casa de noche, o bien sale de ella antes de amanecer, Eliana Giudica (43) siente que por momentos se encuentra en una verdadera “boca de lobo”. Es que en las cercanías del Mendoza Plaza Shopping, donde ella habita, el Acceso aparece en plena oscuridad.
“Hay que tener especial cuidado para transitar porque hay partes donde no hay nada de luz y en las horas pico el tránsito colapsa”, aseguró la mujer y agregó que los problemas en las luminarias se notan especialmente desde hace al menos un mes. “Antes la oscuridad estaba por tramos, pero ahora es permanente en esta zona”, aclaró Eliana.
Para Diego Salinas (27), el principal problema de la oscuridad que predomina en el Corredor del Oeste tiene que ver con los robos que en diferentes tramos del camino se producen. “Ya he escuchado a varios vecinos que tienen miedo de que les pase algo cuando pasan por esa oscuridad”, expresó el joven, que vive en las cercanías de calle Armani y a diario transita por esta vía.
Laura Condorí (34) vive en Dorrego, Guaymallén. En su caso, la ruta obligada para llevar a sus hijos a la escuela e ir a trabajar es la intersección de los accesos Este y Sur. Justamente allí, la oscuridad en la noche es total. “Me da un poco de miedo manejar con los accesos vehiculares a oscuras porque si bien tenemos las luces del auto, el resto del panorama aparece algo difuso”, aportó la mujer.
