Los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, prometieron reforzar aun más la creciente cooperación entre ambos, durante una reunión en el Kremlin en momentos de tensiones compartidas con Estados Unidos en materia comercial y en casi todos los frentes de la arena política mundial.
Luego de prodigarse elogios el uno al otro y a los vínculos de sus países, los líderes arremetieron contra Estados Unidos en una declaración en la que expresaron su intención de contrarrestar ciertas políticas comerciales de Washington y su rechazo a la postura del gobierno del presidente Donald Trump con respecto a Venezuela e Irán.
En su octava visita a Rusia desde que llegó al poder, en 2012, Xi calificó a Putin de "gran amigo" y destacó que ambos se reunieron más de 30 veces en los últimos seis años.
"Decidimos que elevaremos nuestras relaciones bilaterales a un nivel mayor y que llevaremos nuestros vínculos hacia una nueva era", agregó Xi, sentado junto a Putin en un salón del Kremlin.
Las relaciones de Moscú con Washington declinaron por la crisis de Ucrania, la guerra en Siria y acusaciones de interferencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, mientras China está inmersa en una guerra comercial con Estados Unidos.
“El proteccionismo y los enfoques unilaterales están en auge, y una política de fuerza y de hegemonismo está cada vez más en boga”, señaló el presidente chino.
Desde hace años, China y Rusia cuestionan cada vez más el orden global dirigido por Estados Unidos que siguió a la Segunda Guerra Mundial.
Putin enfatizó que Moscú y Beijing tienen la misma visión en muchos asuntos globales, y en particular mencionó su oposición compartida a la retirada de Estados Unidos del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), un pacto durante la Guerra Fría considerado un puntal en el control de armas.
En una declaración conjunta, Putin y Xi criticaron la medida, expresaron su preocupación por la creciente amenaza de una carrera armamentista en el espacio y llamaron a una prohibición global del despliegue de armas en órbita.
Los presidentes subrayaron su enfoque común en varias crisis internacionales, y enfatizaron la necesidad de preservar el acuerdo nuclear con Irán, del cual Estados Unidos se retiró, y de ayudar a relanzar las conversaciones sobre la desnuclearización de