La quita de aranceles a las importaciones y la caída del consumo asociada a la competencia con países limítrofes ha generado en el mercado local una disminución de precios. Para algunas notebooks y tv led la baja llega hasta el 40%.
Los Andes realizó un relevamiento de productos ofrecidos por internet de grandes cadenas de electrodomésticos (Garbarino, Falabella, Musimundo) donde se visibiliza la curva descendente, comparando precios de publicaciones anteriores. Por ejemplo, una notebook Lenovo (procesador Intel Celeron N3350, RAM 4GB, disco duro 1TB) en abril costaba $ 9.999 y hoy sale $ 8.559. Una diferencia de $ 1.440: 14% menos en solo nueve meses.
Otros productos muestran una brecha aún mayor como el caso de una notebook HP (Intel Celeron N3060, memoria RAM 4GB, disco duro 500GB) que en el cuarto mes de 2017 se comercializaba por $ 9.999 y hoy se consigue por 6.999. En este caso, el precio cayó 30%.
Mientras que, en el mismo rubro, pero confrontando precios de una “PC de escritorio” también se observa la disminución: una All In One HP (procesador Intel Pentium, memoria 8GB, disco duro 2 TB) costaba $ 13.999 y a la fecha se ofrece por $ 11.999 (-14%).
En lo que respecta a televisión led, el escenario es el mismo, aunque tomando como parámetro el mes de agosto, según relevamientos propios anteriores.
Así, un smart tv Philips de 32 pulgadas se conseguía hace 4 meses por $ 7.999, y hoy está en $ 6.499 ($ 1.500 pesos de diferencia o 18,7%).
Mientras que un Smart Samsung de 40 pulgadas bajó de $ 14.999 a $ 8.999 (-40%). En el rubro “no inteligente”, solo con tecnología led, la diferencia es menor: un Samsung 32 pulgadas pasó de $ 7.999 a $ 6.999 (-12%).
“La quita de aranceles a las notebooks importadas y la baja del consumo en el país provocaron que los precios se acomodaran hacia abajo”, analizó el economista de la consultora Evaluecon José Vargas.
Este profesional además incluyó como factor la baja demanda de notebooks por la evolución de los teléfonos inteligentes. “Mucha gente reemplazó la computadora con el smartphone”, señaló.
Por su parte, Daniel Garro, economista de Value International Group, coincidió con su colega y sumó como factor la exigencia del empresariado local de competir con mercados con menor carga impositiva, y por consiguiente con precios inferiores, como Chile.
Argentina vs Chile
Garro examinó la creciente equiparación de precios entre Chile y Argentina. Es que para ciertos productos ya no resulta tan conveniente cruzar la cordillera para comprar porque las diferencias son menores o en muchos casos están al mismo precio. Aseguró que se debe a varios factores.
Por un lado, se comparan los precios con negocios chilenos saturados, y acostumbrados al cliente argentino. “En los lugares tradicionales, como los que ofrecen los tours de compras, han subido los precios por la gran demanda. Si te alejás de los grandes shoppings, los montos disminuyen hasta 20%”.
El economista Daniel Garro aseguró que esta equiparación con Chile es sólo momentánea: "Argentina sigue teniendo una alta carga impositiva y el empresariado chileno puede bajar más los precios".
Y por otro lado, “los comerciantes locales han bajado los precios, aprovechando la baja de impuestos, para competir con Chile y Paraguay. Han decidido disminuir porcentajes de ganancia por venta pero han ganado volumen”, agregó el economista.
“En algunos casos no conviene comprar en el exterior. Los planes Ahora 12 y 18 han sido un gran incentivo para que los compradores tomen la decisión de gastar en el país”, sumó Vargas.
Cabe recordar que, a través del Decreto 117/2017, el Gobierno nacional decidió suprimir a partir del 1 de abril de 2017 el impuesto del 35% que pagan los productos informáticos importados.
No obstante, esto parece ser una situación momentánea. “Chile viene sufriendo un freno en la economía y la presidenta Michelle Bachelet va a dejar un gran déficit fiscal y altos niveles de desempleo. Todo esto se suma a la caída del consumo mendocino y va a derivar en una baja de precios del lado chileno”, vaticinó Garro.
Por todo esto, el economista aseguró que esta equiparación en precios de un lado y del otro de los Andes es solo momentánea: “Argentina sigue teniendo una alta carga fiscal. En Chile es mucho menor y el empresariado trasandino puede bajar más los precios”.