Los plazos fijos que ajustan por inflación recuperaron atractivo en octubre, de la mano del salto del índice de precios al consumidor (IPC). Los depósitos UVA cortaron el mes pasado una racha negativa de 5 meses y anotaron una recuperación promedio del stock de $ 449 millones, es decir, una suba de 3,2%.
Los plazos fijos UVA cerraron el mes pasado con un stock de $ 15.382 millones y, si se comparan los saldos entre el 30 de septiembre y el último día de octubre, la mejora intermensual llega a $ 2290 millones (+17,5%).
En términos interanuales, por el contrario, el stock promedio de plazos fijos UVA cedió un 37%.
La particularidad que tiene este tipo de depósitos bancarios es que el capital se ajusta por la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), que sigue al CER. Sin embargo, la indexación se da con un mes de demora, lo que permite captar el aumento de precios del mes previo. Es por eso que, ante estimaciones de inflación altas y sin la posibilidad de comprar dólares, los clientes bancarios optan por esta opción.
"Es el efecto del cepo, hay gente yendo a buscar rentabilidad en pesos. Si bien una parte del saldo aumenta porque el capital se indexa por inflación, no es la única explicación sino que también hay una migración hacia estos instrumentos", señaló Guido Lorenzo, director de LCG.
Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado esta semana por el Banco Central (BCRA), la inflación entre octubre y enero rondará el 4% mensual. Así, quien constituya un plazo fijo UVA en los primeros días de noviembre percibirá un ajuste de 4% por mes sobre el capital durante el plazo mínimo de 90 días que exigen estas colocaciones.
Pero, además de la indexación por inflación, las entidades bancarias ofrecen una tasa fija por encima de las UVA. A diferencia de los plazos fijos tradicionales, no existe la posibilidad de constituirlos fuera del banco donde la persona tiene radicada la cuenta. Por lo tanto, las tasas presentan más dispersión. Una de las entidades que más paga hoy es Banco Hipotecario, que ofrece UVA+6% en colocaciones de 90 días y UVA+8% en depósitos a 180 días.
Los bancos públicos también tienen disponible este instrumento de ahorro. Banco Nación paga tasa fija de 5% y 6% por encima del ajuste inflacionario para colocaciones a 90 y 180 días, respectivamente. En Banco Ciudad, en tanto, pagan UVA+5% a 3 meses y UVA+4% a 6 meses de plazo. El Banco Provincia, por su parte, abona UVA+3% a 90 días y UVA+4% a 180 días.
Por el lado de las entidades privadas, BBVA ofrece tasas fijas de 2% y 2,50% para depósitos a 90 y 180 días, mientras que Galicia paga UVA+1% y UVA+1,5% para los mismos plazos. Finalmente, Supervielle abona UVA+2% a más de 90 días.
Los plazos fijos UVA aparecieron tímidamente a mediados de 2016, como contraparte de los préstamos UVA. La iniciativa apuntaba a que los bancos puedan fondear los préstamos ajustables por inflación con depósitos que se indexaran de la misma forma, de modo de evitar un descalce de monedas. Inicialmente tenían una duración mínima de 180 días, que luego se acortó a 90 jornadas. Pese a ello, el mecanismo de fondeo nunca terminó de aceitarse y estas colocaciones son menos de 1% del saldo de plazos fijos tradicionales.
Depósitos tradicionales perdieron en octubre
A diferencia de las colocaciones en UVA, los plazos fijos tradicionales disminuyeron en términos nominales y reales durante el décimo mes del año. La baja del stock promedio llegó a $ 34.700 millones, lo que significó un retroceso de 3%. En la comparación contra octubre de 2018, el saldo promedio nominal aumentó 37,8%. Sin embargo, al descontar el efecto de la inflación, los depósitos muestran caídas reales tanto mensuales como interanuales.
Según los cálculos de LCG, los depósitos a plazo cayeron 7,3% real en octubre y 11,2% real interanual. En un informe, la consultora afirmó que "las colocaciones minoristas (43% del total) fueron las que más cayeron, un 10,7% mes contra mes real" y que "las mayoristas se recortaron 4,7% real" durante el mes pasado.
El desarme de los depósitos minoristas se explicó básicamente por la incertidumbre electoral, que llevó a los ahorristas a cambiar pesos por dólares durante las primeras semanas del mes, cuando todavía el límite para la compra de divisas era de u$s 10.000. "Con la implementación del cepo hard, a fines de octubre, se podría esperar que frene la salida de depósitos", previó LCG.
Para los grandes jugadores, en cambio, las restricciones habían empezado con anterioridad. "Los pesos cautivos por la imposición del cepo y las normas de compliance, que limitan las operaciones con contado con liqui de muchas empresas, son factores que ayudan a explicar la caída más moderada en las colocaciones mayoristas", sostuvo LCG.