Argentina y la provincia están en crisis económica, los ingresos del Estado caen sin remedio y no hay mercado financiero para cubrir los gastos. Como en el 2002, ocurre ahora en el 2020. Aquella vez, hace 18 años, un gobernador radical, Roberto Iglesias, decidió lanzar un bono provincial para cubrir los gastos del Estado y, de paso, meter un incentivo al consumo en la alicaída economía mendocina.
Los Petrom eran letras de Tesorería garantizadas con regalías petrolíferas, una de las tantas cuasimonedas lanzadas por las provincias. En 2020, la idea de repetir esa experiencia da vueltas en las cabezas de varios gobernadores. Entre ellos otro radical mendocino, Rodolfo Suárez.
En el Gobierno juran que el escenario hoy es diferente. El propio Suárez viene diciendo que una cuasimoneda es el último recurso; en voz baja, afirman que los problemas de todas las provincias podrían resolverse con la emisión gradual y meticulosa de unos 100 mil millones de pesos por parte del Gobierno nacional.
Mismos protagonistas
En 2002, Enrique Vaquié era el ministro de Hacienda de Iglesias y Lisandro Nieri, actual titular de ese ministerio, era el asesor que conducía lo operativo de la emisión, desde la impresión de los bonos hasta la "caja comitente": el espacio en el que se iba monitoreando día tras día la cotización del Petrom en el mercado y se largaban o se compraban los papeles circunlantes; lo que podría asimilarse a lo que hace el Banco Central con el tipo de cambio.
Otro actual funcionario que también estaba en la era Iglesias como subsecretario de Hacienda es el actual presidente de Aysam, Alejandro Gallego. Por último, quien participó de las negociaciones para que las empresas recibieran los Petrom como moneda, Mónica Lucero, era la directora de Fiscalización y Control; hoy está en Defensa del Consumidor.
Un protagonista que no está, pero algunos testigos señalan como clave, fue el entonces tesorero general de la Provincia José Juan, a quién aún llaman el "profe"; había entrado en el gobierno de José Octavio Bordón y se jubiló en diciembre de 2003.
Roberto Iglesias recuerda que "en aquel momento se alentó desde el gobierno nacional la creación de cuasimonedas. Como no había dinero, (Domingo) Cavallo alentó que se fuera emitiendo de acuerdo a sus necesidades".
Los memoriosos recuerdan que en una reunión de gobernadores en el Ministerio del Interior, Cavallo hizo la propuesta de los Lecop y también la del Patacón que el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, ya había arreglado con el ministro de Economía nacional. La propuesta nació de los impedimentos planteados por la ley de Convertibilidad, que para emitir establecía que debía haber más reservas en dólares.
Hoy el Gobierno nacional no ha alentado públicamente la emisión de cuasimonedas, como lo hicieron Cavallo y el entonces presidente Fernando de la Rúa en agosto de 2001 con el decreto 1004, que creaba las Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales, más conocidas como Lecop. Casi simultáneamente salía Ruckauf con su Patacón y a partir de ahí se desató el festival de billetes provinciales.
Un año y medio después, en Argentina estaban circulando 7.645 millones de pesos en cuasimonedas de 11 provincias y la Nación. Esos más de 7000 millones de pesos equivalían casi a la mitad de los pesos circulantes.
Los "Petrobom"
Mendoza fue una de las últimas en emitir su letra. El 21 de enero de 2002 Iglesias anunció la llegada de los "Petrobom", que apenas unos días después tomaron el nombre con el que terminaron circulando. El 20 de febrero de 2002 se publicaba en el Boletín Oficial la ley 6982, por la que se autorizaba al Gobierno a emitir 178 millones de pesos en Petrom; 150 millones eran para la Provincia, 18 millones para transferir a los municipios y 10 más para financiar un programa que atendía los desequilibrios de las comunas.
Los Petrom ofrecían una tasa de interés del 7% anual; la diferencia con todas las otras letras era que Mendoza ofrecía una garantía: las regalías petrolíferas. Originalmente el Petrom iba a vencer en 2007. Sin embargo, al año siguiente, antes de las elecciones que pusieron a Julio Cobos en la gobernación, los Petrom fueron canjeados por pesos.
"Había que hacer un esfuerzo, de todas maneras la situación del país estaba cambiando. Y la mundial también; el barril del petróleo era de 19 dólares, se fue a más de 50 y se acordó con la Nación un valor para el pago de regalías a 32 o 33 dólares. La soja se fue por las nubes, el mundo empezó a crecer al 9%. En ese momento empezaron a cambiar las condiciones, entonces hicimos el esfuerzo y juntamos el dinero y se le devolvió a la gente", recuerda ahora Iglesias.
El debut oficial del Petrom fue el 24 de mayo de 2002, cuando empezaron a circular como medio de pago una tanda de 10 millones de pesos, en medio de una profunda incertidumbre. Supermercados habían acordado con el Gobierno recibirlos antes de la entrada en circulación, también se podían usar para pagar impuestos provinciales; los bancos y financieras no los recibían, tampoco las tarjetas de crédito, ni las empresas de telefonía y gas.
"Fue un trabajo de hormiga: primero bancos, luego cámaras empresariales. Obras Sanitarias y Edemsa fue una dura negociación. Pero no había otra moneda y tampoco tenía sentido que hubiera morosidad. Había que armar el circuito para que sus proveedores también los recibieran. Los últimos en aceptarlos fueron ellos", recuerda Mónica Lucero.
Otro tema fue la cotización. En aquellos días todas las cuasimonedas tenían el problema de su valor de mercado, la desconfianza de comerciantes y de los consumidores que los canjeaban en el mercado paralelo. En junio de 2002, los arbolitos canbiaban los Petrom al 75% de su valor. Pero esta cotización se fue corrigiendo lentamente en el siguiente mes, a medida que la letra fue ganando aceptación.
Una voz autorizada del Ejecutivo de ese entonces explicó que el secreto fue que la demanda del bono fuera más grande que la oferta, es decir siempre se buscó emitir menos de lo que realmente se necesitaba: "Por eso es que nunca salieron a circulación los Petrom de 50 pesos".
La Legislatura había autorizado la emisión de 178 millones de pesos en Petrom, pero al final entraron en circulación sólo 80 millones.
A principios de setiembre de 2003, el Gobierno anunció que el 30 de ese mes dejarían de circular. La Provincia pagó 1,11 pesos por cada Petrom que rescató. Un detalle: para ese entonces sólo había en circulación unos 30 millones; otros 50 ya habían sido rescatados en los meses previos.
¿La misma crisis de hoy?
El ex ministro de Economía de Iglesias, Gabriel Fidel (se hizo cargo de la cartera en junio de 2002), reflexiona hoy: "En aquella época, la economía no se derrumbó más gracias al Petrom. Se emitió garantizado por las regalías y hoy está desplomado el petróleo. Lo que tenemos es que somos creíbles, el Gobierno de Mendoza como marca, siempre honró sus deudas".
Fidel también agrega que “la diferencia es que ahora hay una crisis global. En aquel momento era una crisis de Argentina. Todo el mundo va a la recesión, por lo que el escenario podría ser más dificil”.
Fidel sostiene que emitir un bono "es la última opción, es una forma de endeudarte. La ventaja es que es deuda interna. Es mejor deberle a los mendocinos que a un banco internacional".