Las ciudadanas israelíes Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54) fueron halladas sin vida este sábado en el mismo lugar donde fueron vistas por última vez: en la precaria casa de Gil Pereg, su hijo y sobrino, respectivamente. En un habitáculo confinado, yacían los restos de las mujeres, cuya búsqueda mantuvo en vilo a Argentina e Israel durante dos semanas.
Los cadáveres de Sarusi y Pereg estaban enterrados en una habitación casi oculta en el fondo del predio ubicado sobre calle Julio Argentino Roca al 6.000 de Guaymallén, frente al cementerio municipal, donde reside Gil Pereg luego de mudarse desde San Martín por el fracaso de un restaurante que comandó.
El anuncio oficial por parte de autoridades de la Policía y del Ministerio Público Fiscal no estuvo exento de algunos detalles preliminares de los crímenes. En conferencia de prensa, Alejandro Gullé, procurador de la Corte, anticipó que se trató de un "problema de índole familiar" y no de un hecho más de inseguridad.
Sarusi y Pereg estaban tapadas por piedras y tierra en un habitáculo similar a una hoguera, sin ventanas y con una construcción deficiente. Estaban a un metro y medio de profundidad, por lo que fue crucial el rastreo de los canes de la Escuela de Adiestramiento Canino de Mendoza (Escam), especializados en búsqueda de cadáveres y que delinearon el lugar exacto.
La vestimenta de las mujeres era la misma que habían portado aquel 12 de enero, cuando por la mañana tomaron un colectivo (120) en calle Lavalle (Ciudad) hacia Buena Nueva.
"Ahora se tiene que trabajar desde el punto de vista del Cuerpo Médico Forense, certificar la identidad de las personas que buscábamos y determinar la mecánica del fallecimiento de ambas mujeres", comentó el Director General de la Policía, Roberto Munives.
Según explicó, los cuerpos fueron hallados "en la parte más distante del terreno, donde hay una obra en construcción, dentro de una habitación confinada con total cierre que carecía de ventanas".
Munives señaló que esa habitación ya había sido observada por los peritos en el primer allanamiento, realizado el 18 y 19 de enero. Sin embargo, explicó que, en aquella vez, Pereg era todavía un "testigo" en una por entonces causa por averiguación paradero.
"La habitación sí había sido vista la semana pasada. Los allanamientos se hacían con una persona que era testigo. Esta propiedad nunca dejó de estar en la mira de los investigadores. El allanamiento estaba dentro del resguardo de los derechos y de las garantías de la persona", dijo.
"A partir de la detención, la fiscal dio autorización a hacer todas las obras hasta este momento. Todo queda sujeto a la parte científica y dentro del resguardo de la fiscalía", agregó, a la espera de conocer cuándo y cómo Pereg mató a su madre y a su tía.
Pereg seguirá detenido en Boulogne Sur Mer
Tras su detención, Gil Pereg fue imputado por homicidio agravado por el vínculo en concurso real (en el caso de su madre) y homicidio simple (por su tía). Arriesga la pena de prisión perpetua por ambos crímenes.
Al ser avisado de los delitos por lo que está acusado, el ex militar israelí amenazó con quitarse la vida. Sin embargo, se establecieron inmediatas medidas para preservar su integridad en su estadía en la penitenciaría provincial.
El israelí llegó a Mendoza hace una década y se estableció bajo dos nombres falsos: Floda Reltih (Adolf Hitler, al revés) y luego Nicolás, para evitar las burlas.
Pereg figura como titular de cinco empresas en Mendoza creadas por su madre, Sarusi, quien reside en Israel. Sin embargo, los movimientos financieros no coinciden con su estilo de vida, al borde la indigencia, a la par de mantener deudas por 9 millones de pesos.