La presidenta Cristina Fernández aseguró ayer que fue maltratada por su sucesor, Mauricio Macri, cuando éste la llamó ayer y “gritándole”, dijo, le exigió que el jueves próximo le entregue los atributos del cargo en la Casa Rosada, a la vez que ratificó que ese acto debe realizarse ante la Asamblea Legislativa.
“En cuanto a la autoridad de un gobierno o de un Presidente: no se construye con colores ni con imágenes, y mucho menos gritándole a una mujer. Es algo más simple pero al mismo tiempo difícil. Gestión cotidiana y confianza de la sociedad de que no se va a gobernar en contra de ella”, apuntó la mandataria.
La jefa de Estado, a través de su página web y su cuenta de Twitter, dio su versión del diálogo que mantuvo ayer con Macri, y advirtió que “la autoridad no se logra en una ceremonia de transmisión de mando y mucho menos gritándole a una mujer por teléfono. Una mujer que además de estar sola quiere entregarle el mando” según la Constitución Nacional lo cual, interpretó, significa ante la Asamblea Legislativa.
“Me pasan el celular y el Presidente electo comenzó con un elevado tono de voz a exigirme que debía entregarle bastón y banda presidenciales en la Casa Rosada, porque era ‘su ceremonia’, y que si no lo hacía como él decía, ¡la Corte Suprema de Justicia de La Nación! le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado”, relató en el escrito.
Además, sostuvo que le “sorprendió la exaltada verborragia del Presidente electo”, a tal punto que tuvo que recordarle: “Más allá de nuestras investiduras, él era un hombre y yo una mujer, y que no me merecía que me tratara de esa forma”.
Justificaciones
En tanto, consideró que la ceremonia “debe hacerse en el Congreso (artículo 93) porque hasta que no presente juramento ante la Asamblea Legislativa (Macri) no es Presidente”, y dijo querer hacerla “cuanto antes para poder viajar a Santa Cruz” en el vuelo de las 15 de Aerolíneas Argentinas para asistir a la ceremonia de asunción como gobernadora de su cuñada, Alicia Kirchner.
La jefa de Estado ironizó que la ceremonia “no es su fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente” y que ella no es “su acompañante”, y advirtió: “No pienso seguir tolerando en silencio el maltrato personal y público que me viene dispensando, ni tampoco las mentiras que se siguen propalando”.
En sintonía, enfatizó que el “maltrato” efectuado por Macri le resultaba “inexplicable y casi increíble” hasta que vio “la tapa de Clarín”, y comprendió que se trataba de “una operación mediática”.
La también ex senadora nacional reveló que, en la reunión que días atrás mantuvieron en la residencia de Olivos, le recomendó “que el presidente provisional del Senado tenía que ser alguien de su partido”, y que incluso le sugirió que fuera el diputado nacional del Pro, Federico Pinedo, a quien la Presidenta definió como “un hombre de diálogo y un caballero”.
En ese marco, cuestionó al referente de Cambiemos por decir que la reunión en la residencia de Olivos fue “improductiva”, tras recordar que en una primera instancia la calificó de “cordial”, y destacó que “se intenta desconocer las innumerables reuniones” que los funcionarios del gobierno nacional mantuvieron con las personas que Macri designó en su futuro gabinete.