Al expresidente estadounidense Barack Obama y a su esposa, Michelle, les encantó "House of cards". Y parece que tanto, tanto, que han decidido dedicar su futuro al negocio del audiovisual.
Se ve que los efluvios creativos de Barack y Michelle pugnan por brotar a raudales pues no solamente se dedicarán a producir estos productos sino que tienen la opción de desarrollarlos con guiones, reality, documental y otros formatos... ¿Se nos viene un Barack director de ficción? ¡Quién sabe! Hoy, según este convenio, eso es bastante posible.
El New York Times fue el primer medio que contó, en marzo pasado, que la pareja más poderosa de Estados Unidos ya había arrancado estas negociaciones. Y queremos aclararte: "todo es político".
Ni hablar de que no se trata de hacer operaciones audiovisuales en contra de Donald Trump ni mucho menos, tal como especulaban algunas fuentes del partido conservador, sino que ellos buscan volverse aún más influyentes; si es que eso es posible. Y, para hacerlo, piensan en temáticas como "historias inspiradoras" de personajes que se han superado a través del esfuerzo y condiciones de vida difíciles. También abordarán temas relativos a la salud, el derecho al voto, la inmigración, el cambio climático y la política exterior. Lo que se dice: una hermosa plataforma de "contenidos".
Entre los proyectos de los que ya se habla está la producción de un programa en el que Barack oficiará de moderar para debates y análisis de asuntos que tuvieron eje en su gestión de gobierno. Michelle, en tanto, parece que está interesada en la nutrición, las creencias y los valores. Los Obama "siempre han creído en el poder de la narración de historias para inspirar", explicó el asesor del expresidente Eric Schultz y aseguró también que la pareja se ha dedicado a propiciar "historias de personas cuyos esfuerzos por hacer una diferencia están cambiando silenciosamente el mundo para mejor".
Parece que Netflix les ha ofrecido tener un canal propio "sin filtro" para que lleguen a través de él y los contenidos que promoverán a 101 millones de seguidores en Twitter y 55 millones de MeGusta en su fanpage de Facebook. No se sabe cuál es el acuerdo de dinero pero, voluntarismo...: solo para las ideas. Así las cosas, aunque no puede dar una cifra, el New York Times hizo un comparativo: recordó que Ryan Murphy firmó con Netflix un acuerdo por cinco años por 300 millones de dólares. Negocio redondo, ¿no? Verás que Netflix no es solo una plataforma de entretenimiento sino que detrás hay más, mucho más: discurso, formación de audiencias y universos de influencia.
Si hay algo que los Obama tienen claro es que el lenguaje audiovisual es el que hoy construyen la realidad. Ellos, sagaces políticos u buenos negociantes, no iban a quedarse afuera.