¿Cuáles son las principales enfermedades respiratorias frecuentes en otoño y comienzo del invierno, como prevenirlas y ante qué síntomas o signos estar alerta?.
"El inicio de clases, las guarderías, el contacto con otros niños y el hacinamiento de las aulas numerosas hacen que los gérmenes encuentren un lugar perfecto para atacar. Alergias, gripes, otitis, sinusitis, faringitis, laringitis, bronquitis, neumonías, neumonitis, diarreas son causadas en su mayoría por los virus del otoño", comenta la Dra. Andrea Soto, pediatra.
¿Cómo prevenir las enfermedades del otoño en los más pequeños?
En otoño, la caída de las hojas, los cambios en la flora, la proliferación de los ácaros, las condiciones de humedad y las bajas temperaturas hacen que las alergias aparezcan. En ocasiones pueden confundirse con un catarro de vía aérea superior, pero si pasan los días y los síntomas persisten, no hay fiebre, se mantiene los estornudos y el moco líquido, es cuando es posible plantear una alergia.
Las alergias debilitan al sistema respiratorio y su barrera protectora habitual; de esta manera se propicia la sobreinfección viral o bacteriana. Una de las diferencias más claras para tener en cuenta y poder distinguir alergia de una gripe es la fiebre y el malestar general. Lo mismo sucede con los dolores articulares, típicos de la gripe.
Los mejores consejos para la prevención de las enfermedades respiratorias:
- La higiene de manos en todos los lugares que se frecuentan ya sea el colegio, guardería, lugares de recreación o cerrados, el trabajo, más aún si es en contacto directo con personas de manera permanente.
- El aislamiento de las personas enfermas o con síntomas, usar barbijos al tener la necesidad de circular entre personas sanas.
- Ventilar los lugares cerrados y mantenerlos limpios y desinfectados.
- La vacunación es sumamente importante para evitar complicaciones.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- El buen descanso, buena alimentación y suplementación con vitaminas si así lo requiera.
Población de riesgo
- Los menores de tres meses y más aún si tienen antecedentes de prematures, desnutrición, cardiopatías congénitas o enfermedades neuromusculares o antecedentes de inmunosupresión ya sea primaria o secundaria.
- La falta de lactancia materna, se sabe sobre los beneficios inmunológicos de la leche de madre.
- Tener padres fumadores también genera un estado pro inflamatorio de la vía aérea que predispone a procesos alérgicos y a las infecciones.
El síndrome gripal es producido por el virus influenza que puede ser A o B. Se presenta con fiebre, decaimiento, odinofagia, rinorrea, estornudos y tos que al principio puede ser seca y se torna productiva. Se transmite por las gotitas de secreciones orales y nasales. La prevención de dicha afección se logra con las medidas antes descriptas y que al momento del estornudo se lo haga en el ángulo del codo y la vacunación en las edades de riesgo y personas susceptibles (niños de 6 meses a 2 años y a cualquier edad pediátrica si sufren enfermedades respiratorias crónicas como el asma, enfermedad renal crónica o cardiopatías congénitas) es fundamental para evitar complicaciones.
Las sinusitis y otitis también son frecuentes como único síntoma de enfermedad viral o bacteriana o como complicaciones por sobreinfección, por lo cual ante cualquier síntoma de cefalea u otalgia se debe consultar al médico para ser evaluado.
Las laringitis se presentan de manera brusca, con un ruido grueso al respirar (estridor), disfonía, puede ser con o sin fiebre y siempre requiere de una intervención urgente.
Las bronquitis y faringitis son otra manifestación clínica de los virus y bacterias no suelen presentar complicaciones salvo en niños menores de dos años, se manifiesta con tos, odinofagia y fiebre. Lo mejor es aplicar los mismos consejos de prevención que en la gripe y consultar a su médico.
La bronquiolitis es una entidad clínica que ocurre en lactantes y niños menores de dos años ocasionado por virus respiratorios (sincicial respiratorio, influenza, parainfluenza, adenovirus),se caracteriza por tos rinorrea serosa y chillido de pecho (broncobstrucción o sibilancias).
Coqueluche o síndrome coqueluchoide se presenta con accesos de tos quintosa ocasionada por una bacteria o algunos virus puede imitarla, en todos los casos, es importante consultar en cualquiera de estas dos entidades porque puede ocasionar mucha dificultad respiratoria en los lactantes.
Las neumonías ocurren en personas susceptibles más en los niños que se encuentran en pleno desarrollo de su sistema inmunológico. Ante cualquier síntoma febril que se prolongue más allá de cuatro o cinco días y decaimiento hiporexia o dificultad para comer o dormir se debe consultar de manera urgente.
Reforzar el sistema inmunológico a través de:
- La lactancia materna es fundamental.
- La vacunación.
- La alimentación:
Los frutos secos recargan la energía, para reforzar el sistema inmunitario la ingesta de alimentos ricos en zinc, como maní, nueces y cereales son la mejor opción.
Frutas y verduras: los altos niveles de vitaminas de las frutas y verduras, son un gran refuerzo para las defensas. El ajo, muy indicado en estas fechas por sus efectos fluidificantes que ayudan a descongestionar las vías respiratorias, el brócoli, las espinacas y los cítricos son los fundamentales.
“También es importante recordar que estas enfermedades son necesarias para que tu hijo/hija refuerce su sistema inmunológico. No te preocupes en exceso, mantené la tranquilidad en tu vida diaria y ante cualquier duda consultá a tu médico pediatra de confianza” finaliza la Dra. Soto.
Fuente: Ámbar, Casa de Salud.