El acercamiento entre los Moyano y los Kirchner incluye un plan para intentar diseñar una nueva conducción gremial que tome el poder vacante de una CGT ya fracturada tras la pelea entre los Moyano y la Casa Rosada.
El secretario general del sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, negocia con el jefe de La Cámpora y principal consejero de la senadora nacional por Buenos Aires, Cristina Fernández, el diputado por Santa Cruz, Máximo Kirchner, la conformación de una nueva "corriente federal" de sindicatos para "defender a los trabajadores" en los últimos dos años de gestión de Cambiemos.
Si esa estrategia continúa como la imaginan Moyano Pablo y Máximo Kirchner, los Camioneros abandonarían, al menos en los hechos, la CGT. Un acontecimiento histórico pero que se daría, en principio, sólo en la acción y no en los papeles ante las normativas del Ministerio de Trabajo.
Los Kirchner y los Moyano fueron aliados y enemigos acérrimos. Pero la coyuntura los volvió a unir. Los contactos entre Máximo y Pablo, como publicó Infobae, así lo demuestran.
A él ayer mismo le preguntaron sobre esos contactos, pero negó todo y dijo no conocerlo. De todos modos, el cristinismo marchará junto a Hugo Moyano en su movilización del 21 de febrero. La nueva "corriente federal" sindical sería una solución para todos los sectores gremiales y parte de las agrupaciones sociales que no pertenecerán jamás a la central obrera peronista, cuna de Camioneros, el lugar desde el que los Moyano acrecentaron su poder, pero en el que ya no mandan.
Quienes los acompañarían en este nuevo frente ligado a los K, serían nada más ni nada menos que las dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA, en sus siglas en singular), una conducida por el históricamente cristinista Hugo Yasky y la otra por Pablo Micheli. También se sumarían el secretario general de los Bancarios, Sergio Palazzo, radical pero afín a los Kirchner y aliado de Moyano.
También el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la Capital Federal, Daniel Catalano, un dirigente muy combativo contra el Gobierno de Macri, y también afín a los Kirchner.
La conformación de este frente emularía al MTA, el frente que Hugo Moyano armó en los '90 para oponerse al Gobierno de Carlos Menem y lo configuró como un dirigente sindical de peso.