Chile vivió una noche de pesadilla por el terremoto de 8,3 grados que azotó al centro y norte, y por las posteriores réplicas, algunas de las cuales superaron los 6 grados.
"Vivimos una noche de pesadilla, el movimiento fue mucho y fue largo, demasiado largo y siguió con las réplicas", dijo María Ramírez, mientras barría la puerta de su casa ubicada frente al cementerio de Illapel, uno de los lugares más afectados.
El primer sismo se sintió a las 19:54 de ayer y activó de inmediato una alerta de tsunami en todo el borde costero chileno y varios países del Pacífico, que fue cancelada horas después.
Pero el sismólogo chileno Sergio Barrientos precisó que el movimiento de las placas tectónicas de Nasca y Sudamericana provocó una ruptura de unos 200 kilómetros.
Esto, asegura, hace presumir que habrá muchas más réplicas durante esta semana.
Las réplicas, más de 130 según publica el sitio emol.com, algunas superiores a los 6 grados, mantienen en alerta a la población.
"Se trata de un terremoto de gran magnitud, que lo ubica como el terremoto más potente que ha tenido el mundo este 2015, pero los chilenos estamos acostumbrados", dijo el ministro del Interior y Seguridad, Jorge Burgos.
Burgos situó a la región de Coquimbo, en el norte, como la zona más afectada por el terremoto, que tuvo su epicentro a 42 km al oeste de la pequeña localidad de Canela Baja, en el mar, según el último reporte oficial.
Las zonas pobladas más afectadas de acuerdo a los primeros informes serían la localidad de Illapel, de unos 31.000 habitantes y a unos 230 km al norte de Santiago, así como el pueblo costero de Tongoy, en la región de Coquimbo, donde las olas arrasaron su borde costero.
En Illapel, había destrucción de casas construidas con materiales livianos, en tanto el cementerio local era un caos con decenas de cruces, jarrones y tumbas hechas añicos
En Tongoy, el mar superó la costa y las olas generaron gran destrucción en el centro de la localidad. "La ciudad está destruida. Aquí fue terrible", narró un vecino de Tongoy a TVN.
El puerto de la ciudad de Coquimbo sufrió también "severos daños", de acuerdo con las autoridades."Se evacuó ordenadamente a casi un millón de chilenos y chilenas", dijo Burgos.
Casi 160.000 familias se encontraban aún sin energía eléctrica y se registraban 616 albergados, dijo por su parte Ricardo Toro, director de la Onemi.
Las clases fueron suspendidas en las poblaciones costeras de la región centro-norte.