Al finalizar el último desfile del Mendoza Fashion Week, Jazmín Chebar llevó a cabo una fiesta para invitados y clientes especiales, trayendo como DJ e invitada a la bella Calu Rivero. Fuera del salón y distendida en un sillón fuera del salón, la actriz dialogó con Estilo Moda.
- Saludos, fotos, entrevistas, pedidos... ¿Cómo te acostumbraste a vivir con esta realidad?
- La verdad es que trato siempre de estar lo más presente y dispuesta posible. No me gustan los tironeos ni los apuros que se generan en determinadas circunstancias, pero me encanta saludar a todos. La gente del interior es adorable y muy respetuosa cada vez que me pide una foto o me hace algún comentario de mi trabajo. Disfruto este contacto, no lo padezco cuando del otro lado hay respeto.
- ¿Te gusta que te definan como una "it girl" que impone tendencia?
- Hacerme cargo de tal rótulo es muy fuerte. Hace que algo que es genuino deje de serlo, por ejemplo, en este caso a la hora de vestirme, por eso no me considero bajo esa definición. Sí, me pienso como alguien que mamó la moda desde chica y que lleva el tema de manera natural. La moda me gusta, pero por sobre todo me divierte jugar, combinar, mezclar, experimentar... Ese proceso está bueno. Si esa actitud contagia, genial. Me aburre mucho eso de “la mejor o peor vestida”. Es algo antiquísimo. Lo mejor que puede pasar es que haya diversidad de estilos y gustos.
- ¿Cómo elegís lo que lucís?
- Todo con lo que trato de vestir tiene un contenido o lo pensé por algo, no por hacerme la más loca. El lujo no pasa por un accesorio caro, es otra cosa vinculada con la actitud y valores. Tiene que ver con la autenticidad y ser responsable. Hace un año me hice vegana y estoy cada vez más contenta, la gente está cada vez más informada y decidida a optar por aspectos más naturales... Basta pensar en todo lo que se gasta en el proceso de consumo de carne o lo innecesario del cuero para tomar algo de conciencia; para mí eso es el lujo.
- ¿Lo que nunca se encontraría en tu ropero?
- Ni pieles, ni cuero, y por supuesto nada ajustado, incómodo o apretado. Decididamente eso no es para mí.
