La mitad de los mendocinos habilitados para votar en las PASO nacionales del 11 de agosto tiene entre 16 y 39 años y forman un grupo etario de características particulares: nacieron en democracia y la viven como un estado natural, aunque muestran un descrédito hacia la clase política y tienen su propia agenda de temas, distinta en muchos aspectos a los intereses que mueven a los sectores mayores del electorado.
Este grupo, integrado por los llamados millennials (aquellos jóvenes nacidos entre 1980 y 1995) y los centennials (que llegaron al mundo entre 1996 y la mitad de la primera década del nuevo milenio), conforman en Mendoza el 49% de los electores, según una proyección de la población dada por el Indec. El dato coincide a nivel nacional, ya que los argentinos que tienen entre 16 y 39 años en todo el país son también algo más del 49%.
"Su incidencia electoral es muy grande y van a terminar definiendo al próximo presidente", sostiene Lucas Romero, analista político y director de la consultora Synopsis, quien hace unos días estuvo en la provincia precisamente para participar de un debate sobre los millennials y la política
Para Romero, la edad es precisamente la variable que muestra el comportamiento más diferenciado desde el punto de vista electoral: "No hay otra que sea tan heterogénea, no ocurre con el sexo ni con el nivel de educación, y es la variable etaria la que muestra en la Argentina conductas muy distintas entre los segmentos de mayor edad y los más jóvenes".
Según el consultor, en un escenario de balotaje entre Mauricio Macri y Alberto Fernández, “los segmentos más jóvenes tienden a inclinarse por el kirchnerismo y a medida que se avanza en la edad, el elector se vuelve más conservador y vota por el Gobierno”.
Así, los números que maneja Romero indican que en el universo de 16 a 29 años, Macri perdería en un hipotético balotaje por 57 a 33 puntos, mientras que en el otro extremo -en el segmento de los mayores de 65 años- la relación se invierte y el Presidente gana allí 67 contra 28 puntos. Hay entonces una especie de escalera en la encuesta donde Macri suma votos a medida que crece la edad y, por el contrario, es el kirchnerismo el que gana protagonismo entre los más jóvenes.
"Es un fenómeno multicausal pero con un componente estructural: Macri representa una postura de centro-derecha, más conservadora, mientras que el kirchnerismo tiene una posición de izquierda; en general, lo que ocurre con los jóvenes en el mundo es que tienen una postura más de izquierda, más progresista", explica Romero.
“Pero hay también un dato de coyuntura política y es que en sus 12 años, el kirchnerismo hizo el esfuerzo de tener una mayor representación entre los jóvenes; por el contrario, Macri no ha tenido una estrategia acertada para construir un mensaje a esos sectores”, sostuvo el consultor.
En cualquier caso los jóvenes tienen su propia agenda y se interesan, no por la política como estructura sino por determinadas causas que Romero define como la micro política: "Son feministas, abrazan la causa por la diversidad, son plurales y tienen otra sensibilidad por las desigualdades sociales; además, son profundamente ecológicos", enumera el analista.
Los más indecisos
Martha Reale, de la consultora Reale-Dalla Torre, coincide aunque aclara: "En general, son los centennials los más comprometidos con causas sociales, como es la posición a favor de la legalización sobre el aborto". Así, entre los más adolescentes del padrón es tres veces más importante que el presidente o el gobernador se ocupen del medio ambiente y se muestran muy interesados en todo lo que tiene que ver con la salud, con las políticas de salud sexual y con la educación sexual.
Al mismo tiempo, para Reale el segmento de 16 a 39 años es el más decepcionado con la dirigencia política tradicional. "Cuando se mide la intención de voto, siempre el porcentaje más alto de indecisos está allí, porque hay mayor desconocimiento pero también mayor apatía y menos pertenencia a los espacios políticos, lo que no quiere decir que estén alejados de las causas sociales".
Finalmente, hoy el electorado está cruzado por la situación económica, y a su vez está atravesado desde hace años por el conflicto kirchnerismo vs, antikirchnerismo: "Si en este contexto económico tan desfavorable el oficialismo aún tiene chances, solo se explica por la presencia de Cristina Fernández y su protagonismo persistente en la oferta opositora", dice Romero y cierra: "Cristina no se jubiló de la política y el peronismo no supo encontrar un nuevo líder. Eso mantiene abierta la grieta con chances para un Mauricio Macri muy desgastado".
Descreídos de la dirigencia política
Tanto Lucas Romero como Martha Reale coinciden en el que segmento de los electores de entre 16 y 39 años resulta ser el más descreído de la dirigencia política.
"Hoy la gran mayoría de la opinión pública tiene un sentimiento de rechazo o apatía política partidaria. Eso se profundiza en este segmento de la población", dice Romero.
“Fracasó Cristina y ahora fracasó Macri -agrega-, pero los desencantados de la grieta esperaron por una tercera vía que no apareció ya sea por diferencias, por desencuentros, por falta de pericia política. Los desencantados de la grieta están volviendo a la grieta pero con un voto de rechazo, unos porque no quieren a Cristina, otros porque están en contra de Macri”.
Para Martha Reale, "a esta elección la va a terminar definiendo el voto útil pero en contra, aunque todavía no es claro si en contra de Macri o de Cristina".