Sipemom, el sindicato de choferes de micros y ómnibus, adherirá a la medida de la CGT y parará el próximo 6 de abril. Por lo tanto ese día, fijado por la central obrera como fecha de la huelga nacional, no habrá colectivos en Mendoza.
Así lo dio a entender el titular del gremio, Rodolfo Calcagni, que confirmó que acatará “lo que decida la CGT mendocina” sobre este tema.
Calcagni, ex conductor de la delegación local de la CGT, se había mostrado reticente a incorporarse a la “unificación” mendocina de la Confederación General del Trabajo, que se concretó el pasado 5 de diciembre.
De hecho, en aquella fecha, él y el Sipemom brillaron por su ausencia. Aunque los nuevos gremios reunidos se mostraron esperanzados en que finalmente terminaría incorporándose.
Pues bien, el veterano gremialista ahora confirmó su pertenencia. E incluso dijo que nunca se había ido. “No he cambiado de posición, estoy adherido a la CGT”, resaltó. Y dijo que esperará reunirse con la actual conducción, “para confirmar la fecha” de la medida de fuerza.
Por su lado, el titular actual de la CGT mendocina, el metalúrgico Luis Márquez, se mostró predispuesto a avanzar en las charlas con Calcagni. “Hablaremos con todas las organizaciones gremiales. Y si tenemos que organizar con él, así lo haremos”, dijo.
Además, reconoció la contribución que Sipemom haría con la huelga. “Si los micros paran, la medida tendrá mayor contundencia”, indicó.
La unidad cambia fechas
Márquez también confirmó que más allá de que él y otros dirigentes mendocinos habían propuesto que el paro se hiciera otro día, confirmó que el 6 de abril será la fecha definitiva. “La CGT nacional es la que dicta cuándo se hace, así que se hará el 6”, enfatizó, mostrándose orgánico.
El 7 de marzo pasado, tanto Márquez como Gustavo Correa (CTA “de los trabajadores”) y Guillermo Martínez Agüero (CTA Autónoma), líderes locales de las centrales obreras, habían advertido que irían a Buenos Aires a pedir que el paro se hiciera “el 30 de marzo”.
Lo hicieron en ese momento ante la falta de definición que la CGT nacional había mostrado horas antes en el acto en Buenos Aires. Y lo hicieron también como una muestra de la unidad del movimiento obrero mendocino, que en esa marcha reunió a unas 5 mil personas.
La elección del 30 de marzo no era caprichosa. Era el día que recordaba la muerte del sindicalista Benedicto Ortiz, que ese día pero de 1982, cuando el movimiento obrero reclamaba por el regreso a la democracia, recibió un balazo de las fuerzas de seguridad.
La confirmación de la fecha por parte de la CGT nacional hizo entonces cambiar de planes a Márquez. Y seguramente hará lo mismo con las otras centrales. De hecho, una de ellas ya avanzó en ese sentido.
“Me informaron que habrá adhesión al paro del 6 de abril”, dijo Correa, tras una rápida consulta a sus referentes nacionales. De todos modos advirtió que el 30 de marzo “igualmente” habrá actividades. “Habrá un acto en Plaza de Mayo y veremos qué modalidad le damos en Mendoza”, señaló.
Por su lado, Martínez Agüero no pudo confirmar la fecha, pero se inclinó también por unificarla. “Estamos esperando. La idea es que haya unidad en la acción”, explicó.