Una inusual conjunción celeste deslumbró a los aficionados a la astronomía: el eclipse total de Luna más largo del siglo XXI tiñó de rojo nuestro satélite al tiempo que Marte, casi en su punto más cercano a la Tierra, brilló con todo su esplendor.
El espectáculo pudo observarse a simple vista desde casi todo el planeta y desde el este de Argentina, sin necesidad de protección como ocurre con los eclipses de Sol.
"Lo único que tienen que hacer es... salir", animó a los aficionados la Royal Astronomical Society de Londres.
El eclipse, que corresponde al momento en que la Luna se sumerge en la sombra de la Tierra, pudo verse total o parcialmente en medio mundo: África, Europa, Asia y Australia. Pero es en el este y el sur de África, Oriente Medio e India donde mejor se apreció el espectáculo.
En todos los países concernidos se organizaron actividades para observar el fenómeno. En Madrid, el ayuntamiento propuso a los habitantes de la capital disfrutar del espectáculo junto a un lago en el gran parque de Pradolongo, durante un evento amenizado con la actuación del artista español de música electrónica Pional.
Inusual
"Tenemos una conjunción de fenómenos inusual e interesante. La Luna se tiñe de rojo, un poco cobriza, y Marte, conocido como 'el planeta rojo', estuvo a su lado, muy brillante, con un tono ligeramente anaranjado", explicó Pascal Descamps, astrónomo del Observatorio de París-PSL.
Para que tenga lugar un eclipse de Luna se necesita una alineación casi perfecta entre el Sol, la Tierra y la Luna. Así, cuando nuestro planeta se encuentra entre la estrella y el satélite, proyecta su sombra sobre la Luna oscureciéndola.
La Luna llena entró poco a poco en la penumbra y después en la sombra para encontrarse totalmente a oscuras antes de salir progresivamente de dicha zona.
El fenómeno completo comenzó al mediodía argentino y acabó cerca de las 20, cuando ya era medianoche en Europa.
Pero el espectáculo en el cielo no empezó hasta las 14 hora argentina, hora en que la Luna empezó poco a poco a dar la impresión de ser borrada del firmamento.
El momento más interesante del eclipse, cuando la Luna se encontró completamente en el cono de sombra proyectado por la Tierra, se dio entre 19H30 GMT y las 21H13 GMT (tres horas antes en nuestro país).
Esta fase, denominada fase de "totalidad", duró casi una hora y tres cuartos.
El segundo del año
Este es el segundo eclipse total de Luna de este año. El primero tuvo lugar el 31 de enero.
Privada de los rayos del Sol, la Luna no solo se oscurece, sino que toma un tinte color ladrillo: la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz procedente del Sol hacia el interior del cono de sombra, que se reflejan así en la superficie de nuestro satélite natural.
El brillo de la Luna se vio atenuado en algunos puntos del planeta porque "pasó por el centro de la sombra de la Tierra, donde hay menos luz refractada", explicó Olivier Sanguy, de la Ciudad del Espacio de Toulouse, en el sur de Francia.
El otro protagonista de la noche fue planeta Marte, que se situó a 57,6 millones de kilómetros de la Tierra. Habrá que esperar hasta 2035 para volver a ver el "planeta rojo" tan cerca de nosotros. A simple vista pudo apreciarse un punto brillante en el espacio pero con un telescopio fue posible apreciar sus detalles.
La observación del cielo permitió también desmentir una rumor difundido por las redes sociales según el cual Marte parecería tan grande como la Luna.. "Si fuese cierto, tendríamos un grave problema dada la fuerza gravitacional entre la Tierra, Marte y la Luna", bromeó la NASA en su página web.