Por más que nos empeñemos en esconder la basura debajo de la alfombra, al final siempre emerge y los números en Mendoza asustan.
Cada mendocino tiene la capacidad de generar más residuos sólidos urbanos que un chino, está por arriba del promedio nacional y también a nivel mundial.
Según un estudio elaborado por la Dirección de Protección Ambiental, que depende del Ministerio de Ambiente de Mendoza, cada persona en la provincia produce 370 kilos de residuos al año mientras que un habitante en china tira 229 kilos en 12 meses.
Esa cifra está por encima del promedio de generación de desechos en el país, que se ubica en 341 kilos por persona al año, y supera ampliamente el promedio mundial que es de 270 kilos al año de basura per cápita.
El relevamiento fue confeccionado sobre la totalidad de los desechos que ingresan en camiones a los vertederos, rellenos sanitarios o plantas de separación que hay distribuidas en Mendoza.
Anualmente son 670.000 toneladas de residuos sólidos urbanos lo que implica una erogación de las arcas públicas, para su tratamiento y disposición final, que ronda los 300 millones de pesos, sin contabilizar el costo de recolección.
“Aunque parezca mentira, en promedio se genera 1 kilo de basura por día por persona, esto incluye lo que son residuos orgánicos e inorgánicos”, dijo Miriam Skalany directora de Protección Ambiental de Mendoza.
El 46% de la basura que levantan los recolectores es residuo orgánico, el resto está compuesto por papel y cartón, el 14%, un 13% de plásticos, madera el 9%, el vidrio representa apenas el 3%, materiales ferrosos el 1% y un 14% son productos de distinta composición.
"Una buena porción podría evitarse si en las casas se hace el re uso, la reducción o el reciclado para que la fracción que llega a la bolsa sea inferior. Pero hay cambios que se han dado con el tiempo, recuerdo que antes la gente tiraba la yerba a la plantas o la borra del café a la tierra, que además sirve para alivianar los suelos tan pesados que tenemos, pero ahora todo va a la bolsa", agregó Skalany.
El Gran Mendoza es el principal productor de residuos con 1290 toneladas diarias lo que representa el 70% de la basura de la provincia. Le sigue el sur mendocino con 276 toneladas por día, el 15%, y después está con el 11% la zona Este, 208 toneladas, y en último lugar el Valle de Uco con 76 toneladas al día (4%).
Más allá de las enormes inversiones estatales para que la basura no se convierta en un problema ambiental, sin la participación activa del vecino, todos los esfuerzos son en vano y las montañas de desechos continuarán con el proceso de crecimiento exponencial.
“El papel y el plástico podría reducirse teniendo conciencia de que productos compramos, no es lo mismo comprar un trozo de queso en un supermercado que en un almacén de barrio. En uno está el plástico y la bandeja en el otro a uno se lo dan envuelto de forma más sencilla. Es decir que por la misma unidad de peso tenemos más cantidad de residuos”, comentó la funcionaria. “Si no está la conciencia de separar en origen o trasladar la basura a los puntos verdes, continuó, es muy difícil que los recuperadores puedan separar los elementos que sirvan. El papel al mojarse pierde el valor de reciclado o el plástico, si no está seleccionado tampoco es apto”.
Más lugar para la basura
El área Metropolitana dispone los residuos en el relleno sanitario de El Borbollón (Las Heras). Allí va a parar la basura de Capital, Godoy Cruz, Las Heras y el 40% de Guaymallén. El proyecto en marcha contempla el cierre completo de ese relleno y la apertura de uno nuevo en un predio lindante de 460 hectáreas más una planta de separación. La intención es que en ese parque confluyan los residuos de toda el área (Guaymallén completo) más Luján de Cuyo, Maipú y Lavalle.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ya le dio el visto bueno al proyecto y, según los avatares de la economía nacional, la idea sería llamar a licitación y comenzar con la construcción a fines de 2018 y comienzo de 2019.
En el Valle de Uco, los municipios conformaron un consorcio y trasladan sus desechos a un mismo centro de disposición final (relleno sanitario controlado) en San Carlos. Lo que resta es la construcción de una planta de transferencia para Tupungato ya que es el que está más alejado.
“Como funciona el consorcio en el Valle de Uco es un modelo a seguir. Un relleno ya se terminó, lo cerraron y comenzaron con la forestación”, dijo Miriam Skalany.
En el Este derivan la basura al relleno sanitario de Rivadavia. Hay una planta de transferencia en San Martín y está prevista otra más para incorporar a Santa Rosa y La Paz.
En San Rafael, el 95% se sumó a la onda verde
San Rafael, el principal generador de residuos en el Sur con 150 toneladas diarias solo cuenta con un vertedero controlado. Para mitigar la cantidad de de desechos que terminan en La Tombina, la comuna puso en marcha una prueba piloto de separación y reciclado de residuos inorgánicos y al cabo de tres meses los números son alentadores. Reunieron 2 toneladas de plásticos y cartones mensualmente y de 1.000 casas comprendidas dentro del programa saltaron a 3.100 en poco más de 30 días.
“La basura es un problema personal y cada vecino debe hacerse cargo, esto se traduce en una conducta social. Si cada uno hace su parte resulta más efectivo el tratamiento de los residuos que simplemente llevarlo a La Tombina (vertedero controlado), sostuvo Enrique Ferraro subsecretario de Obras Públicas de San Rafael.
Hasta ahora, era el único departamento que no avanzaba en la implementación de un programa de separación para posterior reciclado.
Desde la comuna remarcaron que estuvieron evaluando alternativas durante dos años pero más allá de las formas de llevar a la práctica el programa ecológico, tuvieron éxito en donde otros no pudieron, el 95% de los vecinos cumple con su rol de separar en origen.
“La prueba piloto nos sirvió para ver entre distintos aspectos la actitud de la gente. Entregamos bolsas transparentes que permiten verificar que vaya la basura que corresponde, plásticos o cartones, y nos encontramos con una alta receptividad del vecino. El 95% cumplió con su parte y además están viendo los beneficios de manera directa, ellos mismos nos dicen que por ejemplo no tienen más basura plástica en las acequias”, comentó Ferraro.
Dijo que proyectan incluir 2.000 casas más al operativo especial de recolección y planean propagar la onda verde con la instalación de 10 estaciones ecológicas en puntos estratégicos del radio urbano por mes. Serán seis contenedores destinados a desechos de cartón o papel, plásticos, vidrios, caucho, basura electrónica y uno especial para pilas.
General Alvear y Malargüe
La planta de clasificación de residuos en General Alvear se inauguró el 5 de agosto de 2011 con el fin de eliminar los basurales a cielo abierto y minimizar la contaminación.
Por un lado está la planta de separación de residuos reciclables, para un posterior tratamiento, acopio y comercialización, hay una playa para el compostaje de todo el material orgánico (fertilizante natural) y un relleno sanitario de 4 hectáreas que está a un 40% de capacidad.
La planta de clasificación está bajo la órbita municipal pero está gerenciada por una cooperativa de recuperadores que obtienen ganancias del material que logran reciclar y vender.
En 2017 la planta de residuos sólidos urbanos alvearense clasificó, procesó y vendió 19 toneladas de cartón, vidrio y plásticos. Mientras que en 2015 esa cifra estaba en 12,5 toneladas.
Sin embargo, el principal problema que enfrentan es el bajo nivel de separación en origen. Pese a las campañas de concientización, un 5% de los vecinos cumple con la premisa de separar en casa.
"Todo el trabajo de la planta está sujeto a la separación en origen y lamentablemente es muy bajo el porcentaje todavía, a pesar de las campañas de concientización permanentes. Hay un área específica para educación ambiental, se trabaja en las escuelas, con uniones vecinales, los medios de comunicación y vamos a seguir insistiendo", sostuvo Carlos Pia, director de Gestión Ambiental del municipio.
En Malargüe la realidad es otra, pese a que contaban con una planta modelo y un relleno sanitario, ambos quedaron de lado. "La gente se robaba el plástico de las celdas (del relleno sanitario) y la planta no trabaja, es una pena porque estaba bien armado pero anteriormente estuvo mal trabajado", comentó Miriam Skalany, directora de Protección Ambiental de la provincia.
Relleno sanitario
1. Contempla la construcción de módulos (piletas) impermeabilizados para la disposición final de los residuos.
2. El predio debe estar completamente cerrado.
3. Se realiza control de los gases generados por la descomposición de la basura.
4. Control y tratamiento de los líquidos generados (lixiviados).
5. Una vez completo se tapa, cierra y se procede a forestar para convertirlo en un espacio verde.