Como en los primeros años de la década del '80. Atenas Sport Club e Israelita Macabi llegaron a la gran final, y de esa manera cumplieron con los pronósticos, ya que ambos habían sido 1 y 2 de la fase regular en el Apertura de la Superliga.
Un primer cuarto made in Apache. Defensa al límite sobre el hombre con pelota y atrapes permanentes para recuperar el balón. La clave: supo realizar los cambios de marcas en el momento exacto y no permitió los cortes de los perimetrales de Junín. Por esta razón, el Verde sólo hizo 8 puntos. En ataque, Díaz ganó en la zona pintada, Rivero lastimó de tres puntos igual que Lincheta y Sierra. Por ello, el dueño de casa, terminó arriba por 12 puntos: 20-8.
El segundo parcial fue de rachas. Arrancó mejor Atenas y sacó 19 puntos. Pero el ingreso de Quiroz y el juego de Paparino fueron claves para que en los últimos 3' del período, la visita establerciera un parcial de 12-2 para meterse en juego entes del descanso largo: 38-29.
En el tercer cuarto, el Apache metió un parcial de 8-0 en dos minutos de juego. Parecía historia liquidada. Pero Junín reaccionó a través de Lavezzari y Paparini, más el goleo de Quiroz. Atenas estaba errático y la fuerza de Díaz le permitía mantener la ventaja. Palo por palo. En los últimos 10', en el mejor momento Verde, Atenas se quedó sin Díaz (técnica y antideportiva). Estaba todo a pedir del Verde. Pero apareció la famosa garra Apache en su máxima expresión. Y también Gabriel Rivero, quien robó dos balones, metió cinco puntos consecutivos y sentenció la historia a favor de Atenas, que definirá el título contra Macabi, que derrotó a San José (76-70).