Amplios lujos como saunas, un bar, puestos de comida y electrodomésticos fueron descubiertos por las autoridades que ingresaron en una prisión en el norte de México para investigar los hechos de violencia en los que murieron 49 reclusos.
Las autoridades del estado de Nuevo León dijeron en un comunicado emitido el domingo por la noche que las celdas del penal de Topo Chico, en Monterrey, estaban equipadas con mini-refrigeradores, aparatos de aire acondicionado, cable y acuarios. Había dentro 208 tiendas de comida y comestibles en las que los presos podían comprar cosas.
Los hechos de violencia estallaron el jueves entre dos facciones rivales del cártel narcotraficante de los Zetas.
Maquinaria pesada fue utilizada para retirar las toneladas de muebles y otros bienes traídos de contrabando y que las autoridades apilaron en el patio del penal, según el comunicado.
La policía destruyó centenares de altares dedicados a la Santa Muerte, algunos de los cuales tenían efigies de tamaño natural, agregó. Muchos narcotraficantes y personas entre los sectores más oprimidos rinden culto a esa efigie.
``Conocimos todas las irregularidades que existían, arbitrariedades, abusos, cobros de piso'', dijo en el comunicado el general Cuauhtémoc Antúnez, secretario de seguridad estatal. Las autoridades no precisaron desde cuándo ocurrían esos abusos ni quién los permitía en la prisión.
El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, dijo la semana pasada que los reclusos utilizaron 60 martillos, 86 navajas y 120 puntas artesanales durante el enfrentamiento.
La directora del penal de Topo Chico, el subcomisario de administración penitenciaria y un custodio fueron detenidos y acusados de homicidio.
Un funcionario de Naciones Unidas exhortó al gobierno de México a que efectúe una investigación a fondo de los hechos de violencia que dejaron la semana pasada 49 muertos en la cárcel de Topo Chico.
El relator especial de la ONU sobre la tortura, Juan Méndez, dijo en un comunicado que el gobierno debe garantizar que las familias de las víctimas sepan qué sucedió durante los desórdenes del jueves en el penal de Topo Chico, en la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León.
Méndez dijo que en la investigación se debe identificar a los responsables e incluir indemnizaciones a las familias de las víctimas.
El funcionario de la ONU había visitado en 2014 la prisión. Dijo que había observado condiciones horribles y normas laxas que favorecían que los presos impusieran su ley y por ende propiciaban los hechos de violencia.