Año tras año, la elección de los animadores del Acto Central de la Vendimia genera algún que otro debate. Para la edición 2018, los elegidos para presentar la fiesta “Constelación del Vino” son Celia Astargo, Fernando Zárraga, Catalina Aragona, Rodolfo Gravina, Mario Urzúa y Noelia Nieto.
Y aunque no se han encontrado voces en contra, sí hay un organismo que compartió su inquietud respecto al tema.
La semana pasada, tras la publicación de la nota sobre el primer presentador designado por la Secretaría de Cultura, la Sociedad Argentina de Locutores Seccional Mendoza nos hizo llegar su preocupación por los criterios que con el paso del tiempo han caracterizado a estas designaciones.
Antonio Carrizo, secretario general de la organización, compartió su malestar con respecto a las elecciones del personal encargado de presentar a las Reinas y cantar los votos. No sin antes aclarar cuál es el rol de locutor en general.
“Por convenio, el locutor tiene que ser una persona habilitada. Y esto lo logra cuando ha rendido ante el ISER, es allí donde recibe su carnet de locutor. Actualmente, para poder serlo se debe cursar la carrera en la Universidad Maza o en el Instituto Fabián Calle. No hay otra institución en la provincia para estudiar”, dice Carrizo.
Durante la conversación, el locutor de LV8 Radio Libertador recordó que los convenios que rigen para los medios de comunicación, tanto radio como televisión, establecen que los mismos deben tener locutores habilitados. No sólo por convenio, sino por obligación.
Es que Carrizo también hizo hincapié en que en todos los ámbitos hay falencias e incumplimientos con respecto a la labor del locutor.
“Particularmente, lo que a mí me interesa es fijar la mirada en los jóvenes que están estudiando Locución para que no se desalienten. ¿Cómo es eso de que la ley exige acreditaciones, pero después los medios no te ocupan?”.
Dentro de esta línea, la preocupación también abarca a aquellos locutores que están sin trabajo. “Lamentamos la desocupación de profesionales porque no cumple con las normas que deberían respetar”, apuntó Carrizo.
Con respecto a Vendimia, no hay un convenio que implique la obligación de contratar locutores. Y eso es algo que Carrizo no discute. Lo que le molesta es la creencia de que cualquiera puede ocupar ese rol. “No es lo mismo ser locutor que no serlo. Al igual que tampoco es lo mismo ser actor o bailarín profesional que no serlo”.
“Sería deseable que en esta Fiesta, que es la nuestra, la de todos los mendocinos, al momento de contratar voces profesionales se aliente a que la gente se capacite. Así como a los bailarines y actores se les exigen estudios y que pasen por castings que determinan un orden de mérito (que arroja a los mejores que participarán), que suceda lo mismo con el locutor. Que quede aquella voz del locutor profesional, esa persona que está habilitada para la tarea”.
Ante la consulta de si considera que el comunicador o periodista puede estar al frente de dicha tarea, Carrizo contestó que “por un lado, sí”. Y agregó: “Si está facultado y preparado, claro. La Seccional Mendoza de Locutores no tiene una mirada de resentimiento, ni discriminatoria”.
Dos referentes suman su voz
Las tres noches en las que “Constelación del Vino” brillará en el Teatro Griego Frank Romero Day a partir del sábado 3 de marzo ya tienen las voces que se encargarán de animar al público, conducir la Fiesta, cantar los votos a lo largo de la elección de la nueva Reina Nacional y por último, gritar su nombre frente a miles de espectadores.
Se trata de profesionales de la radio y la televisión, algunos con amplia trayectoria en el mundo de la locución y las Vendimias.
Así, una vez más, la tendencia a “refrescar” el escenario mayor con otras caras, voces y matices en relación con las tradicionales figuras que solían ser infaltables en la fiesta más importante de los mendocinos se hace evidente y generó inquietud en algunos que, por su extensa trayectoria, llegaron a hacerse “especialistas en Vendimia”.
Es el caso de Stella Maris Russo (más de 40 años de ejercicio profesional como locutora y la voz por excelencia en al menos 20 Fiestas Nacionales de la Vendimia).
“Se nota que hay una preferencia por comunicadores y periodistas y no tanto por locutores, animadores y conductores. El trabajo de Vendimia no es nada fácil, hasta hace algunos años no había guiones para seguir y nosotros improvisábamos todo. De eso se trata nuestro trabajo”, expresó Russo, y destacó que de todas maneras es muy positivo “darle la oportunidad a todos, porque los que han querido estar ahí es porque antes lo soñaron”. Y sumó sus mejores deseos para las caras nuevas de esta edición: “Lo que se siente al estar al frente del micrófono es un viento de energía que te vuelca, que te tira, que te agarra y te da ánimo. Es una experiencia única”, describe Russo.
Por su parte, Raúl Marín es otro locutor de amplia trayectoria en Mendoza. Si bien vivió en los últimos 25 años en Chile, desde muy joven y a lo largo de más de 20 años fue una de las voces masculinas favoritas para matizar la Fiesta Mayor.
En su caso, la visión es algo más crítica. “Pienso que no se busca a los animadores y locutores especializados en esto, sino que se apunta más a elegir a comunicadores y periodistas reconocidos por la gente. Ser locutor y ser periodista no es lo mismo. De todos modos, me parece excelente que los más jóvenes tengan la oportunidad”, expresa.
Además, el destacado locutor resaltó la participación de la entrañable Celia Astargo en esta edición vendimial. “Me parece genial que la hayan llamado a ella”, opina, y considera que “usar libretos en el escenario no es lo más recomendable, al igual que tener a más de cuatro locutores y animadores frente al público. Es una tarea para la cual hay que estar muy preparado”.
