Hoy, una nueva geografía del Congreso nacional quedará definida. Se renuevan 130 escaños en Diputados (sobre un total de 257) y 24 bancas en el Senado (sobre 72). En la Cámara baja, es el kirchnerismo quien más arriesga en esta elección general ya que renueva la excelente performance que tuvo en 2011, cuando Cristina Fernández obtuvo la reelección con el 54% de los votos.
Por el contrario, en la Cámara alta es la oposición quien más puestos pone en juego ya que terminan sus mandatos los legisladores que ingresaron en 2009, año en el que el oficialismo nacional tuvo su peor performance legislativa. Las ocho provincias que este año eligen senadores son: Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Corrientes, Catamarca, La Pampa y Chubut.
El Frente para la Victoria y sus aliados (el Frente Cívico por Santiago, los misioneros que responden al gobernador Maurice Closs, el bloque SI referenciado en Martín Sabbatella, ex massistas y un puñado de legisladores “sueltos” que constituyen "monobloques") suman en total 135 diputados (hay dos con licencia). De esta cifra renuevan en esta elección bastante más que la mitad: 84 escaños.
El oficialismo deberá realizar una elección muy parecida a la de 2011 para ser mayoría y tener quórum propio, algo que se consigue con 129 legisladores. Si Daniel Scioli logra una performance similar a las PASO, podría lograr unos 15 diputados menos que los que hoy responden a Cristina Fernández. Es decir retener 69 bancas de las 84 que arriesga.
Los opositores
Aunque en la práctica nunca funcionaron como un interbloque, los diputados que apoyan la opción presidencial de Mauricio Macri (Cambiemos) suman hoy 62 bancas. De ellos, 38 son radicales (entre boinas blancas puros y aliados), 20 son del interbloque Unión Pro (macristas y aliados como el PD mendocino o los conservadores de Salta) y 4 son de la Coalición Cívica. Entre los tres espacios, Cambiemos pone en juego en esta elección sólo 18 legisladores (13 radicales y cinco macristas).
El Frente Renovador de Sergio Massa sufrió bajas este año por el salto de algunos de sus integrantes al oficialismo. En la actualidad tiene 16 diputados (sumando aliados) y de este número sólo renuevan sus bancas 6.
Lo mismo que ocurre con Cambiemos, en donde los bloques no funcionan como un espacio parlamentario unívoco, sucede con Unión por una Nueva Alternativa (UNA), el frente que conformó el massismo con el PJ del gobernador cordobés José Manuel de la Sota.
En la Cámara baja, el delasotismo tiene tres diputados y no renueva ninguna de sus bancas porque en 2011 el actual mandatario “cedió” las listas nacionales a Cristina Fernández. Si forzadamente se agrupan massistas y delasotistas, entonces el número total a tener en cuenta es 19 diputados, seis de los cuales terminan su mandato este año.
Progresistas, el frente que candidatea a Margarita Stolbizer, no conformó tampoco un interbloque en el Parlamento pero socialistas, el GEN y Libres del Sur vienen votando ordenadamente. En total tienen 13 legisladores y son uno de los espacios que proporcionalmente pone también gran parte de su representación en riesgo ya que nueve diputados -más de la mitad- renuevan sus bancas.
Compromiso Federal, el bloque que responde a Adolfo Rodríguez Saá, tiene cinco integrantes y tres de ellos (dos puntanos y un cordobés) finalizan su mandato. En tanto el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) tiene tres integrantes y todos ellos ingresaron en 2013.
A estas bancas hay que sumar otros bloques como los del Movimiento Popular Neuquino, que tiene tres integrantes que suelen jugar estratégicamente como aliados del oficialismo (sólo renueva una banca); Unidad Popular, con tres miembros que terminan su mandato; el peronismo chubutense de Mario Das Neves (dos integrantes que siguen hasta 2017); el bloque de Martín Lousteau (dos miembros que ingresaron en 2013) y el Frente Cívico de Córdoba (juecismo), que tiene dos miembros y todos terminan la diputación este año.
Por último, hay ocho monobloques conformados por legisladores que tienen un perfil más opositor pero que, en algunas ocasiones, suelen acompañar al oficialismo. De ellos, cuatro renuevan sus cargos.
El Senado
La Cámara alta renueva un tercio de sus bancas, es decir 24 escaños. El Frente para la Victoria tiene en la actualidad 35 senadores propios y cinco aliados habituales, entre ellos Carlos Menem. Pero de este ejército, el oficialismo sólo renueva 9. Cinco son del bloque que conduce Miguel Pichetto (el mendocino Adolfo Bermejo y la tucumana Beatriz Alperovich, entre ellos) y cuatro son aliados firmes.
El cálculo que hacen en el sciolismo es optimista ya que si el candidato oficialista repite la misma performance que en las PASO en las ocho provincias que escogen senadores, podrá elevar la tropa K hasta los 44 senadores y quedar muy cerca de los dos tercios.
Bancas no oficialistas
En la oposición las cosas son más complejas. El radicalismo, que es el principal bloque no K, tiene hoy 13 senadores y renueva 9, es decir más de la mitad. El Pro, en cambio, tiene tres miembros y todos ellos tienen mandato hasta 2019.
El ala de la Coalición Cívica que pactó con Mauricio Macri no tiene senadores ya que la rionegrina María Magdalena Odarda pertenece al bloque de Centro-Izquierda junto al socialista Rubén Giustiniani, el bonaerense Jaime Linares, el porteño “Pino” Solanas y los cordobeses Luis Juez y Norma Morandini. Este interbloque podría quedar muy reducido ya que renueva tres bancas.
El interbloque del Peronismo Federal que conduce Rodríguez Saá tiene siete miembros y sólo dos de ellos terminan su mandato (uno es Carlos Reutemann, que busca su re-reelección por el macrismo). El bloque del PJ pampeano también renueva una banca, la de Carlos Verna, que intenta convertirse nuevamente en gobernador. Por último, el Movimiento Popular Neuquino tiene dos senadores que ingresaron en 2013.
Históricos y nuevos candidatos que quieren llegar
En la disputa por ingresar al Senado aparecen figuras de peso. En Santa Fe se da la puja más atractiva ya que las encuestas marcan un escenario de mucha paridad. Cambiemos postula al ex gobernador peronista Carlos Reutemann. El socialismo lleva al también ex gobernador Hermes Binner con boleta corta (sin presidente). El kirchnerismo presenta batalla con Omar Perotti, ex intendente de Rafaela y revelación en la elección provincial.
En Mendoza la oposición del radicalismo y el macrismo postula al ex vicepresidente Julio Cobos, quien se impuso en las PASO con comodidad a la carta de Cristina Fernández, la diputada camporista Anabel Fernández Sagasti. Ambos llegarán al Senado en diciembre.
En Corrientes la pelea es entre el ex intendente capitalino Carlos “Camau” Espínola y el dirigente radical Néstor Braillard Poccard. En Tucumán, el actual “cacique” José Alperovich tiene asegurada su banca por el FpV.
En tanto, la Cámara baja nacional tendrá, en su futura composición, muchas figuras relacionadas con la gestión de Cristina Fernández. Del gabinete nacional tienen bancas aseguradas el ministro de Economía, Axel Kicillof (por Capital) y los bonaerenses Eduardo “Wado” de Pedro (secretario general de la Presidencia), Diego Bossio (Anses) y Julio de Vido (ministro de Planificación).
Por Santa Cruz, aspira a entrar el hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner, quien podría comandar una tropa de dirigentes de La Cámpora de unos 20 diputados. Algunos gobernadores K también buscan llegar a esta Cámara. Entre ellos el sanjuanino José Luis Gioja, el riojano Luis Beder Herrera y el misionero Maurice Closs, todos fuertemente encolumnados en el sciolismo.
Por el macrismo llegarán a diputados el ministro de Gobierno porteño Emilio Monzó; renovarán Patricia Bullrich y Pablo Tonelli. A ellos se sumará la bodeguera mendocina Susana Balbo y el cordobés Javier Pretto, entre otros. El radicalismo tiene asegurada la continuidad de su jefe de bloque, el cordobés Mario Negri, del alfonsinista Miguel Bazze y del mendocino Enrique Vaquié y quiere aumentar su bloque en 22 miembros más.
El massismo apuesta todo a la performance en Buenos Aires, donde aspiran a ser reelectos Facundo Moyano y Graciela Camaño.