Javier Mascherano,, afirmó ayer que la relación con Jorge Sampaoli es “normal”, pero reconoció que el equipo necesita “certezas” de cara al duelo ante Nigeria, en lo que pareció una crítica velada a los cambios de esquema y jugadores que efectuó el estratega durante el Mundial.
Mascherano compareció junto a Lucas Biglia y el presidente de la AFA, Claudio Tapia, en una tensa conferencia de prensa para enfrentar las versiones sobre una crisis interna en el seleccionado que se dispararon tras la derrota 3-0 contra Croacia que dejó al seleccionado argentino al borde de la eliminación.
El mediocampista dio detalles sobre una reunión que los 23 jugadores mantuvieron con Sampaoli la noche posterior a la derrota ante los croatas. Ese cónclave generó múltiples especulaciones en la prensa argentina, que dio cuenta de un supuesto “golpe de estado” impulsado por Messi y otros históricos del seleccionado contra el DT para que no los dirija ante Nigeria.
“Tuvimos una reunión con afán de cada uno poner granito de arena para salir de esta situación y buscar el objetivo que es clasificar los octavos”, indicó Mascherano, quien negó que el plantel no responda al mando del DT. “Hay mucho de mito, los mejores entrenadores del mundo también piden opinión a los jugadores porque son los que toman las decisiones dentro de la cancha y para eso tenés que estar cómodo”.
El subcapitán argentino dio a entender que se le planteó al técnico que de cara al duelo con Nigeria, en el que Argentina está obligado a ganar y esperar a que Islandia no haga lo propio con Croacia para clasificar a octavos, “nosotros necesitamos certezas, que los 11 que salgan a la cancha tenga las cosas muy claras y el resto que están atrás lo tengan más claro aún. Ese es el fin”.
“No salió bien con línea de tres y tampoco con cuatro”, opinó Biglia. “Podes tener grandes jugadores pero al momento de armar el equipo no son complementarios. Ha pasado varias veces. Cuando cambias nombres y esquema se hace difícil sobre todo cuando tenés poco tiempo entre partido y partido”.
“Para muchos es lo último, no queremos que termine rápido sino que duré lo más posible. Ojalá no sean palabras”, cerró Mascherano.