"Paso varias horas en mi trabajo, y sin esta oportunidad de aprovisionarme, me resulta complicado hacer las compras diarias", contó una mujer, empleada de la cartera de Hacienda, que "robó" unos minutitos a sus tareas y se cruzó a adquirir vegetales y algo de pan.
Cada jueves, el centro cívico de la ciudad de Mendoza se convierte en una gran feria de venta de artículos comestibles, artesanales y de indumentaria.
Ayer, y aprovechando la benigna temperatura de este veranito previo a la tormenta de Santa Rosa, no pocos mendocinos se volcaron proveerse en los stands del polirrubro.
El lugar de venta al aire libre es la vereda norte de la calle Virgen del Carmen de Cuyo, frente a la explanada de la Casa de Gobierno, donde los ocasionales compradores pueden acceder a pescados, verduras, lácteos, frutas, panificados, dulces, confitados y encurtidos.
La elección de la ubicación de los puestos dentro de la llamada economía social no es azarosa sino deliberada por parte de las autoridades. Es que la potencial clientela de los puntos de venta está conformada por unos 5.000 empleados de Casa de Gobierno, y los agentes de los restantes edificios públicos del área, como los palacios de Justicia y de la Municipalidad de Mendoza. Cruzando el zanjón Frías, se encuentra el barrio Bombal con otros potenciales clientes.
Una de las emprendedoras, Betina Galante (47), ayuda a la economía hogareña aportando lo que cobra por vender frutos secos y chocolates. "Antes -contó- era vendedora ambulante. Ahora tengo la seguridad de estar aquí, donde todo está controlado", dijo la pequeña comerciante.
Sara De Cara estaba haciendo sus "primeras armas" con prepizzas. Ayer era su debut. A su lado, Martín Delfín Casado, de La Consulta, tuvo una buena mañana ofreciendo un combo de 3 kilos compuesto de manzanas, peras, mandarinas y naranjas, a $ 30.
La cooperativa Revivir, de Palmira, que hace envasados tipo gourmet, ofreció su stock de pickles, aceitunas, pasta de aceituna, duraznos al natural y ciruelas D'Agen, con buena respuesta de los particulares.
Hasta al "Negro" Abel, un simpático cafetero de 65 años, le va mejor con su venta de café y tortitas "porque circula más gente por aquí". El hombre, también llamado "Gitano de la calle", se entristece un poco al caer la tarde del viernes, "porque los empleados públicos, que son como parte de mi familia, se van y esto queda muy vacío".
Dos turistas catalanes, los esposos Margarita y José, que estaban haciendo un tour, señalaron que "la idea de vender en la calle es muy buena", aunque se preguntaron si era el sitio adecuado.
En tanto, Maggie Correa, y su hija Magdalena, hicieron compras juntas y por $ 40 se llevaron una bolsa con papa, cebolla, camote y zanahoria, zapallito calabaza y acelga.
Los vecinos del Bombal, Liliana Castells y Miguel Polizzi, rescataron la venta directa del productor al cliente.
Aunque ayer había actividad, el ritmo de visitantes y compras crece mucho más la primera semana de cada mes, cuando se instalan también los componentes de la Feria del Memorial de la Bandera. Es el grupo que tiene la marca colectiva La Ruta de los Artesanos y Emprendedores, coordinados por la Dirección de Economía Social. Son alrededor de 1.200 familias de toda la provincia, que se dan cita con su producción en unos 40 nodos, uno de los cuales es el ámbito circundante a la Casa de Gobierno. "Esta marca colectiva -dijo Fabián Narváez, uno de los coordinadores de este último grupo- está posicionada a nivel nacional como una de las mejores microempresas". Para incorporarse al agrupamiento de emprendedores, los interesados deben pasar por una comisión evaluadora de productos, que está integrada por la UNCuyo, el Gobierno de Mendoza, la Municipalidad de Capital y los ministerios de Turismo y Cultura. Los representantes de estos organismos controlan los artículos y otorgan su visto bueno, además de proveer a los interesados ideas sobre embalaje (packaging), y poniendo atención en la textura, el sabor y la presentación de los comestibles.
El lugar de informe para conocer la ruta de comercialización es el primer piso de la Galería Piazza, Dirección de Economía Social, teléfono 423-2693. "Siempre -dicen desde ese organismo- habrá una mejor opción de venta, potenciando los productos mendocinos".
Dos militantes del colectivo de los artesanos son Hugo Tapiz (77) e Irma Tahan (71). El primero es herrero y hojalatero artesanal, en El Bermejo, con 64 años de experiencia en el ramo. Ha sido metalúrgico también. "Lo que hacemos cada mes arrima un peso más a la economía hogareña", resumió el veterano creador.
La restante "feria" del Centro Cívico, es la que se instala en la playa norte del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El sitio es más acotado pero hay de todo: desde frutas, aceites hasta pescados, pan, y diversos artículos complementarios. La oferta de este sitio interesa a los habitantes de los edificios de departamentos vecinos, como algunos habitantes del complejo Las Américas. De allí es Alba García (40), quien salió del lugar con 2 bolsones de mercadería "para toda la semana". Daniel Gómez dijo que le gusta hacer estas compras "porque los productos son buenos y los precios accesibles, y siempre hay una yapa".
La zona de estas ferias populares, en el sector del microcentro capitalino, tienen las complicaciones generales del estacionamiento que padece la ciudad. "De 7 a 15 el caos vehicular por aquí es importante; varios se paran en cualquier lugar y no les interesa los cordones amarillos", dijo uno de los policías a cargo del control. El panorama se complica por el actual cierre de Virgen del Carmen por repavimentación.
Galería Tonsa y Terminal
En las oficinas de la Dirección de Economía Social se comentó que se está armando un comercializador social, para abrir nuevas bocas de venta de productores, sin intermediarios.
Una prueba de esta tendencia es la que están desarrollando empresarios privados en el subsuelo de la Galería Tonsa, desde julio."La intención -dijo Fabián Narváez- es disponer de una ubicación estratégica que no sea al aire libre sino en espacios cerrados, con el complemento de actividades artísticas".
Se pensó también en los altos de la estación terminal de ómnibus de Mendoza Jorge Contreras, pero esta locación no está definida aún.