Desde ayer al anochecer, la comunidad judía celebra Iom Kipur o el Día del Perdón: se trata de la jornada más sagrada y solemne del calendario hebreo, de ayuno y contrición.
El precepto más importante es la abstinencia de ingerir alimentos y bebidas, que se extiende por unas 26 horas, entre el encendido de las velas, que tuvo lugar ayer, y la salida de las estrellas esta tarde, que será anunciada con el toque del shofar.
La prohibición de comer involucra a todo hombre y mujer judíos mayores de 13 y 12 años, respectivamente, que esté en condiciones físicas de cumplirla, y también incluye el bañarse, mantener relaciones sexuales y usar calzado de cuero, cosméticos y perfumes.
Los enfermos de cierta gravedad, las embarazadas y los niños están exceptuados de ayunar.
A diferencia del resto de los días del año, en Iom Kipur se recitan cinco plegarias: una al comenzar la jornada, dos por la mañana y otras tantas antes del anochecer.
Este año, Iom Kipur, también conocido como “Shabat Shabatón” (el gran Shabat) coincidirá con Shabat, por lo cual habrá agregados alusivos en las plegarias.
Antes de Iom Kipur es costumbre disculparse con el prójimo por las faltas cometidas para con él. Otras tradiciones previas son el comer y beber en abundancia en la víspera, de modo de poder completar el ayuno, y las kaparot, un ritual para evitar un mal divino que consiste en transferir en forma simbólica los pecados a un gallo (los hombres) o una gallina (las mujeres), los cuales luego se faenan y se obsequian a los pobres como caridad.