Somalía, un país que ha sufrido décadas de ataques terroristas y crisis ambientales, gracias a la juventud está levantando cabeza poco a poco.
En Mogadiscio, Somalía, apenas terminaban de enfrentar una inundación, estalló una bomba que detonó un grupo terrorista en un camión cargado de explosivos, dejó un saldo de 82 muertos y 150 heridos, entre ellos estudiantes universitarios que se preparaban para convertirse en doctores.
De inmediato esos jóvenes se pusieron en acción, uniéndose como voluntarios para identificar el paradero de las víctimas, llamar a sus familiares, reunir donativos y realizar otros servicios que el gobierno no les ha ofrecido debido a la dimensión del desastre.
Los jóvenes somalíes se organizan para responder a la crisis en vez de cruzar los brazos a esperar el socorro del gobierno o ayuda internacional. Opinan los voluntarios: “la respuesta de las autoridades es lenta o inadecuada”.
Hace tres décadas que Somalía es atormentada por luchas entre clanes, desastres naturales y el extremismo de grupos terroristas. Sin embargo, entre tantas tribulaciones, han logrado abrir negocios para proporcionar servicios básicos a la población, han construido caminos y los mismos jóvenes imparten clases a los niños para que no pierdan su educación.
Admirable es el liderazgo que demuestran en este proceso arduo de reconstrucción. Dedicándose a rehabilitar a los niños soldados, impulsar el turismo interno, organizar ferias de libros y vender camellos somalíes para que el pueblo de Mogadiscio tenga ambulancias gratis para asistir a los heridos.
Gracias a la población civil esta patria remonta poquito a poco. Es un ejemplo heroico para que emulemos en nuestra patria Argentina.
Mercedes Petri Carbonari - DNI: 40.972.865