¿Cómo aportar a la sociedad desde lo que uno estudia? Una inquietud así fue la que despertó en jóvenes mendocinos la necesidad de crear un proyecto que vio la luz en 2006 y que se extendió no sólo en el tiempo sino también en el país.
Para explicarlo de manera sencilla, en Manos a la Obra (MO) distintos jóvenes hacen actividades específicas según la carrera que estudian: Ingeniería arreglando una escuela, Ciencias Naturales con una huerta, Educación ayudando a niños, etc. Todo esto conviviendo en distintas escuelas y con momentos de reflexión y debate entre los estudiantes.
Fernando López, participante del primer MO en Lavalle, cuenta que todo surgió tras una misión de cristianos chilenos. El desafío que quedó fue concretar “un proyecto solidario que atendiera las necesidades de un lugar puntual y a la vez que se expresara a través de las herramientas de cada uno con su disciplina”.
Si bien es organizado por la Pastoral Universitaria de Mendoza (grupo católico), la iniciativa es abierta a todas las creencias y han participado desde ateos hasta budistas. Así, dentro del proyecto hay momentos de oración y espiritualidad en los que participan aquellos que lo desean.
Leonela Martínez, actual asesora de MO, hace un balance y considera que el proyecto ha crecido en los participantes, la organización, la infraestructura, la calidad de proyectos y la espiritualidad dentro de un proyecto abierto.
En cuanto a los participantes, en 2006 fueron 70 estudiantes y a los pocos años eran un promedio de 300. Para la edición que comenzó ayer había 250 inscriptos, por lo que según cálculos estimativos han participado más de 2.500 jóvenes. No sólo de Mendoza sino también de otras regiones. Algunos incluso terminaron creando sus propios proyectos.
Para López, un crecimiento notable se dio en la organización y en los proyectos buscando articular con los municipios y que sea más que unos pocos días de trabajo. “La preocupación es que no quede solamente en un asistencialismo. Es la marca que tiene, el interés por profundizar y porque sea un compromiso verdadero del universitario”, asegura.
Martínez concuerda y cree que para mejorar deben trabajar más con otras instituciones y en los diagnósticos para atacar necesidades reales. “Evitar los proyectos ‘envasados’ y lograr que surjan desde y con la comunidad”, afirma la joven asesora.
Entre el norte y el este
Después de cuatro años, el proyecto se mudó hacia 6 distritos de Tupungato. Allí el foco estuvo en comprender una realidad distinta y en poder mejorar la profundidad de los proyectos.
Pasaron otros tres años y el proyecto se trasladó a San Martín y Junín, donde este 2015 se realiza la tercera y última edición hasta el 30. Bajo el lema “Sumando manos, ¡hacemos historia!”, los jóvenes ponen “manos a la obra” desde ayer en Alto Salvador, Buen Orden-El Espino, Chivilcoy, Gran Capitán, La Colonia y Montecaseros.
Uno de los actuales coordinadores generales es Matías García. Cuenta que la organización desde agosto ha sido un aprendizaje desafiante. “Este ‘Manos’ además será distinto porque festejamos 10 años de trayectoria de la pastoral y del proyecto. Lo viviremos con espíritu de fiesta y alegría”, asegura rodeado de estudiantes de Medicina, Ciencias Naturales, Arquitectura, Enología, Economía e Ingeniería.
Su compañera de coordinación es Agostina Bonzi con sus proyectos de Comunicación, Derecho y Ciencias Sociales. Mientras el mate pasa de mano, afirma: “El ‘Manos’ destaca la riqueza de cada persona y uno de los objetivos de este último es que los vecinos noten sus dones y que los sigan ejerciendo con el pasar del tiempo”.
El párroco Ernesto Fiocchetto, actual cura asesor de la pastoral y a su vez universitario, pone en palabras lo que muchos esperan de este proyecto: “Que pueda ayudar a quienes más lo necesitan, que podamos poner al servicio nuestros dones”.
De Mendoza hacia el mundo
En 2010, MO se inauguraba en Tupungato pero a su vez comenzaba a ser propuesto en otras localidades. Así, la Pastoral Universitaria de Rosario lo replicaba en 2011 y, para 2015, eran 9 las regiones de Argentina donde se realizaba, desde Rafaela hasta Lomas de Zamora. Esto motivó a crear una Secretaría Nacional y a realizar los Encuentros Nacionales de Manos a la Obra para lineamientos generales.
Luis Montesano es uno de los visitantes de este año venido desde La Plata. Seminarista, conoció el proyecto en un encuentro nacional y en los últimos 2 años lo replicaron allí. “Hemos venido a acompañar a los pioneros para aprender, enriquecernos y mejorar en La Plata”, afirma este joven abogado que acompañará a los estudiantes de Derecho.
Para Leonela Martínez, el que MO haya nacido en la provincia representa una gran responsabilidad: “Es un desafío para Mendoza porque es un desafío en seguir creciendo. Gracias a esos encuentros uno se permite cuestionarse, repensar y seguir creciendo”.
Por otro lado, el proyecto ya ha sido presentado en Colombia y Brasil mientras que aquí ya han participado estudiantes de Chile, Brasil y Estados Unidos.