A fines del año pasado, cuando cuatro intendentes peronistas decidieron desdoblar sus elecciones de los comicios provinciales, estaban casi seguros de que iban a ganar. Y el análisis de sus triunfos en años anteriores así lo confirma, salvo en el gran perdedor del domingo pasado, Jorge Giménez (San Martín).
El objetivo principal fue sortear el límite a las reelecciones de los jefes comunales que el gobernador Alfredo Cornejo promovió al promulgar la vieja enmienda constitucional votada por los mendocinos en 2009. Pero Emir Félix (San Rafael), Martín Aveiro (Tunuyán) y Roberto Righi (Lavalle) no se hubieran arriesgado a ese movimiento sin la victoria garantizada.
Si se tienen en cuenta los resultados electorales desde 2007, sus números fueron creciendo ininterrumpidamente y llegaron a cifras históricas el domingo pasado. Excepto en San Martín donde ganó el radical Raúl Rufeil.
En San Rafael, Félix tenía el camino allanado por su hermano Omar, que logró 37% de votos en 2003 y 36% en 2007. El mayor de los Félix dejó la comuna en 2009 para ocupar una banca en el Congreso y en su reemplazo quedó Cristina Da Dalt (ex precandidata a vicegobernadora de Alejandro Bermejo). En 2010, el entonces concejal Emir Félix quedó al frente de la intendencia y en 2011 la ganó en las urnas con el 48%; en 2015 fue reelecto con el 53%. El domingo triunfó otra vez con el 59%, dejando muy lejos a Abel Freidember (Cambia Mendoza), que consiguió el 35%.
Por su parte, Aveiro es el que más creció desde que llegó a la comuna en 2011 con el 41% de los votos. En la elección siguiente (2015) alcanzó el 53% de los sufragios; y en la última (2019) el 73%, un número récord para un intendente. En ocho años, el jefe comunal de Tunuyán creció 32% en las urnas.
En tanto, Righi tiene una trayectoria diferente porque gobierna en Lavalle desde 2001, cuando asumió de forma interina tras la muerte del jefe comunal Carlos Masoero. Su primera elección fue en 2003: obtuvo el 57% de los votos y se convirtió en el intendente más joven del país con solo 29 años. Su aceptación entre los vecinos cayó en 2007 pero el 45% le alcanzó para la reelección. En 2011 dio un salto de dos puntos (47%) y en 2015 llegó al 58% de los sufragios. El domingo obtuvo el 62% y festejó junto a Alejandro Bermejo y los concejales.
Giménez fue el único al que no lo acompañaron los pronósticos. En 2003 ganó la intendencia de San Martín con el 26% de los votos; en 2007 sumó más de 20 puntos y ganó por el 47%. En 2011 sacó el 50% de los sufragios y la foto se repitió en 2015 (51%), siendo el único de los intendentes peronistas que no continuó trepando en las cifras. Así se entiende que el domingo perdiera frente a Rufeil a pesar de que en las PASO de abril había quedado primero.