La “revolución de lo sencillo” que el gobernador, Alfredo Cornejo, dice encabezar sigue dando pasos en una de sus metas fundamentales: el ordenamiento de las cuentas provinciales. Terminado el primer cuatrimestre, los números muestran un crecimiento mayor de los ingresos que de los egresos respecto de 2016.
Los recursos provinciales crecieron 40 por ciento comparando los primeros cuatro meses de este año con el mismo lapso de 2016 (pasaron de 13.667 a 19.144 millones de pesos). Mientras que las erogaciones corrientes subieron 31% (de 11.770 millones a 15.426 millones de pesos).
Ambos porcentajes están por encima de la inflación del último año, que según la medición de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas provincial se ubica en el 26%.
Es cierto, se trata de la primera etapa del año, en la que siempre la ejecución presupuestaria muestra superávit, y es en el tramo final cuando el panorama se ensombrece: en diciembre se hace la imputación contable de muchos gastos previos y es ahí cuando explota el déficit.
El año pasado, sin ir más lejos, en diciembre las erogaciones casi duplicaron a las de noviembre y cuadruplicaron las de enero. Por eso, el propio ministro de Hacienda, Lisandro Nieri, pone paños fríos y asegura que “es falso el optimismo que muestran las cuentas a principio de año”.
Pero también es cierto que en otros ejercicios, más allá del superávit, a esta altura ya se veía una tendencia alcista mayor de los egresos que de los ingresos. Y esa diferencia con lo que ocurre ahora es lo que celebran en el Gobierno.
“El objetivo es reducir el déficit operativo (la diferencia entre ingresos y erogaciones corrientes) a poco más de la mitad del año pasado, cuando ya fue del 54% del registrado en 2015”, adelanta el ministro Nieri.
En números concretos, habla de un rojo de 576 millones en 2017, contra 1.096 millones de 2016 y 2.404 millones de 2015.
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Los ingresos han crecido 40% empujados sobre todo por los de origen nacional: llegaron a $ 9.193 millones, casi 43 por ciento más que un año antes. El más importante es la coparticipación, que está algo por debajo de ese crecimiento total (42%).
El ítem que más subió es el de los “Aportes no reintegrables” (116%). Ésa es la “ayuda" que recibe la Provincia, aunque representa sólo la décima parte (987 millones) del total de dinero que llega de las arcas nacionales.
Los ingresos de origen provincial crecieron menos, 37%, y es el resultado sobre todo de una mejoría en Ingresos Brutos relativamente baja (26%, equivalente a la inflación).
El año pasado, a esta altura, se había recaudado por ese impuesto provincial (el que más aporta lejos al Estado) 3.922 millones y ahora ese número trepó a 4.950 millones de pesos.
Nieri resalta que esto se debe a que para 2017 se dispuso una rebaja de 0,25 punto porcentual en la alícuota de ese gravamen para 100 actividades.
La primera buena noticia para el oficialismo es que pese a resignar ingresos para bajar la presión tributaria, la recaudación no sufrió un impacto tan fuerte.
La segunda buena noticia es que la evolución de Ingresos Brutos es un indicador del nivel de actividad y que se mantenga parejo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC), luego de una rebaja a algunas actividades, habla de una economía que no cae.
El Impuesto Automotor muestra un crecimiento de apenas 20% y el Inmobiliario un más razonable 30%. El ítem que más ha crecido entre los tributos provinciales es Sellos y Tasas de Justicia, con 65%, ubicándose ahora en dinero por encima de los dos anteriores.
La gran sorpresa de 2017 entre los ingresos de origen provincial está en el poco preciso ítem “Otros no tributarios”, que pasó de 455 millones en 2016 a 1.417 millones este año.
Allí es donde se registran las ganancias por las inversiones financieras que ha hecho la provincia en fondos nacionales.
La mayor preocupación del Gobierno está centrada en las regalías petrolíferas: han dejado al Estado apenas 1 millón más que hace un año ($ 1.042 a 1.043 millones), lo que implica una caída abrupta si se considera el IPC.
Nieri reconoció que ha influido la cotización del dólar, que está algo retrasada respecto de lo previsto en el Presupuesto, y también la caída de la producción y a la vez del precio del barril de crudo.
El impacto salarial
Entre los gastos, siempre la más importante es la partida de Personal. Los 9.723 millones pagados en sueldos a los estatales en lo que va de 2017 se llevan el 63% de las erogaciones corrientes y representan 31% más que los 7.419 millones de hace un año.
El dato resulta llamativo por dos razones: el Gobierno provincial asegura haber reducido la planta permanente en algo más de 4.000 empleados y los aumentos salariales que impactan en este período han sido sensiblemente menores a ese porcentaje.
Entonces ¿por qué creció 31% ese egreso? Según Nieri, ha influido que este año el acuerdo paritario rige desde febrero y el año pasado fue desde marzo. Ese mes extra con suba salarial explicaría en parte el incremento.
Entre las salidas de dinero, la segunda más importante son las transferencias a los municipios y los intendentes al parecer no tienen mucho para quejarse: pasaron de 3.008 millones a 4.045 millones de pesos en un año, o sea 34,5% más.
Ya en la partida de erogaciones de capital (o inversiones) se ve que como en todo año electoral, el Gobierno ha agilizado la obra pública. Es cierto que comparar con el primer cuatrimestre del año pasado puede ser engañoso: en aquel momento, luego del descalabro financiero en el tramo final de la gestión de Francisco Pérez, estaba paralizada.
El crecimiento de 178% parece notable, pero se parte de unos exiguos 134 millones hasta llegar a 374 millones, que tampoco suenan a mucho pero marcan una mejoría.