El futbolista belga Radja Nainggolan, de origen indonesio, vivió una situación incómoda cuando se hallaba en Amberes tras la suspensión del amistoso Bélgica - España por los atentados de París.
El jugador se hospedaba en el hotel Radisson Blu Astrid, cuando encontró a tres policías en su habitación.
Según explicó el propio futbolista al medio La Dernière Heure, unos huéspedes habían llamado a las fuerzas del orden belgas calificando al jugador del AS Roma de "sospechoso y peligroso".
Nainggolan había pasado su tarde libre con familiares y amigos en la Plaza de la Reina Astrid. Tras ser identificado por los policías, estos aprovecharon la situación para ser fotografiados con el internacional.